El presidente Emmanuel Macron se comprometió el jueves a reducir la burocracia para reducir a la mitad el tiempo que se tarda en poner en marcha proyectos de energías renovables, ya que una crisis energética avivada por la guerra de Ucrania hace que sea urgente recurrir a fuentes alternativas.

Francia es el mayor productor agrícola de la Unión Europea, pero el desarrollo del biogás agrícola a partir de cultivos y estiércol de ganado ha sido relativamente modesto, en parte debido a los retrasos administrativos y a la oposición local relacionada con la preocupación por la contaminación.

Francia tiene 920 proyectos de biogás en desarrollo que representan unos 18 teravatios hora (TWh) de capacidad energética, o casi el 4% de la demanda anual de gas del país, según datos oficiales.

Eso se compara con los cerca de 8 TWh de instalaciones de biogás en funcionamiento ya conectadas a la red.

Uno de los decretos del viernes dará a los promotores un plazo adicional de 18 meses para completar los proyectos de biogás y beneficiarse de las tarifas subvencionadas.

El otro tendrá en cuenta la inflación en las tarifas actuales en una medida que, según la asociación industrial Club biogaz ATEE, las aumentará entre un 10 y un 11%.

Se espera que algunos proyectos aún no se lleven a cabo, pero la ampliación del plazo podría permitir añadir 5,5 TWh de capacidad para 2024, según estiman los agentes del sector.

El sector está a la espera de una propuesta del gobierno para acelerar los permisos de planificación de los emplazamientos de energías renovables, sobre todo en relación con los recursos presentados por los opositores a estos proyectos.