La mayor aseguradora de Italia, Assicurazioni Generali, dijo el lunes que lanzaría una oferta de compra de 1.170 millones de euros (1.400 millones de dólares) por su rival más pequeño, Cattolica, para reforzar aún más su liderazgo en el mercado nacional.

Se esperaba que las aseguradoras italianas se unieran a un proceso de consolidación en el sector financiero del país, en el que Intesa Sanpaolo adquirió a su rival UBI el año pasado para crear un gigante de la banca y los seguros.

La semana pasada, la segunda aseguradora italiana, UnipolSAI, que está trabajando para ampliar su red de distribución, aumentó su participación en el pequeño banco Popolare di Sondrio.

Generali había actuado por primera vez en Cattolica el año pasado, acudiendo a su rescate con una inversión de 300 millones de euros (366 millones de dólares) después de que los supervisores dijeran a la aseguradora con sede en Verona que reforzara sus finanzas.

Con la compra de una participación cercana al 24%, Generali se convirtió en el mayor inversor individual en Cattolica, relegando a Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, al segundo lugar si se excluye la participación del 12,3% que posee la propia Cattolica.

Para hacerse con el control total, con el objetivo de convertir Cattolica en una empresa privada, Generali ofrece 6,75 euros por acción, lo que equivale a una prima del 15,3% sobre el precio de cierre de Cattolica el viernes.

Las acciones de Cattolica se dispararon un 15% el viernes después de presentar unos resultados mejores de lo esperado. A principios de la semana, las acciones habían subido más de un 5% debido a la decisión de UnipolSai, que, según los operadores, presionó a Generali.

Cattolica se negó a comentar la oferta, sobre la que su consejo de administración tendrá que pronunciarse oficialmente. Dos personas familiarizadas con la situación dijeron que el movimiento de Generali no fue percibido como hostil.

En una reunión celebrada a primera hora del lunes, Generali dijo que su consejo había votado por unanimidad a favor de la oferta, confirmando lo que las fuentes habían dicho a Reuters.

A Generali le quedan 2.300 millones de euros para utilizar en adquisiciones según su actual plan de negocio hasta finales de 2021 y está bajo la presión de algunos de sus accionistas para expandirse. La compañía perdió recientemente ante la alemana Allianz por activos en Polonia.

También se considera que la adquisición evita que Cattolica sea presa de las aseguradoras extranjeras que pueden intentar crecer en Italia. El país va a la zaga de otras economías desarrolladas en el ámbito de los seguros, en parte debido a su generoso sistema sanitario y a su estructura social muy unida.

La adquisición permitirá a Generali desplazar a UnipolSAI, con sede en Bolonia, como el mayor actor de Italia en el sector de no vida.

Generali también reforzará su presencia en el negocio de vida, donde se enfrenta a la creciente competencia de Intesa y del servicio postal nacional Poste Italiane.

Generali, que al igual que Cattolica tiene su sede en el rico noreste de Italia, dijo que la unión produciría beneficios de más de 80 millones de euros al año antes de impuestos, mientras que estimó los costes de integración en 150-200 millones de euros durante los próximos cuatro años.

Generali dijo que la oferta, que espera concluir a finales de año, estaba condicionada a que obtuviera el control de al menos el 66,67% de Cattolica, un umbral que se reservaba el derecho de rebajar al 50% más una acción.

Rothschild, Mediobanca y Bank of America asesoran a Generali. (1 dólar = 0,8199 euros) (Información adicional de Claudia Cristoferi y Giulia Segreti; edición de Mark Potter y Jane Merriman)