La mayoría de los frentes habían remitido tres días después de que el infierno se apoderara de la zona, pero las autoridades advirtieron contra la complacencia.
"El incendio sigue avanzando. Aún no ha sido controlado", declaró un responsable de los bomberos.
Los inspectores estatales empezaron a evaluar los edificios dañados mientras los residentes afectados por el incendio regresaban a sus propiedades calcinadas, con la esperanza de encontrar algunas pertenencias entre los escombros.
Cientos de bomberos, asistidos por 12 aviones, han estado haciendo frente al incendio desde el domingo, a medida que avanzaba desde un bosque frente a la localidad de Varnavas, a 35 km (22 millas) de la capital, hacia los suburbios del norte de Atenas.
El Observatorio Nacional de Grecia declaró que el fuego había dañado unas 10.000 hectáreas (24.710 acres) de terreno. Aún no se ha determinado la causa del incendio.
Grecia se encuentra en alerta máxima por incendios hasta el jueves, ya que se prevé que las temperaturas alcancen los 40 grados centígrados (104 grados Fahrenheit), lo que aumenta la preocupación por posibles rebrotes.
Los incendios forestales han sido una característica común de los veranos griegos durante años, pero el cambio climático ha traído un tiempo más caluroso y menos lluvia, aumentando el riesgo.
El país, que recientemente ha endurecido las penas por incendios provocados, ha tenido que hacer frente a más de 3.500 fuegos desde mayo, lo que supone un aumento de casi el 50% respecto al mismo periodo de 2023, cuando registró 2.300 llamas, según declaró el portavoz del gobierno Pavlos Marinakis.
El primer ministro Kyriakos Mitsotakis presidió una reunión sobre el último incendio el martes por la noche.
"Intentamos mejorar cada año. Pero las condiciones no hacen más que endurecerse", dijo a los ministros según un funcionario del gobierno.
El incendio del domingo se extendió rápidamente por varios frentes alcanzando en pocas horas la zona costera de Nea Makri, la histórica ciudad de Maratón y los suburbios de las laderas del monte de Penteli, considerado uno de los últimos pulmones verdes de Atenas.
El lunes se encontró a una mujer muerta en el interior de un negocio local incendiado en el suburbio de Vrilissia, a unos 10 km del centro de Atenas.
El gobierno ha anunciado indemnizaciones y medidas de ayuda para los afectados por la catástrofe.
Algunos expertos afirmaron que el fuego había logrado propagarse tan rápidamente debido a un fenómeno llamado "spotting", en el que el viento arremolina la materia en llamas transferida a través de largas distancias. Eso provocó la creación constante de nuevos frentes que posteriormente se fusionaron.