El derrame tuvo lugar el 16 de septiembre y afectó a varias comunidades indígenas de la región nororiental peruana de Loreto. Mientras que el Ministerio de Medio Ambiente de Perú estimó el derrame en 2.500 barriles, la empresa petrolera estatal Petroperú dijo que aún no tenía una estimación.
Petroperú dijo en un comunicado que el derrame había sido el resultado de un daño "intencional" hecho a un oleoducto operado por la compañía. El oleoducto transporta crudo desde la Amazonia hasta la costa desértica de Perú para ser refinado.
El oleoducto ha sido escenario de varios derrames de petróleo en los últimos años.
El gobierno dijo en un comunicado que las comunidades estaban bloqueando el gran río Marañón, un afluente clave del Amazonas, lo que impedía a los funcionarios tomar muestras de agua y distribuir medicinas a las comunidades indígenas afectadas.
Reuters no pudo contactar con un representante de la comunidad para que hiciera comentarios.
La Amazonia es la mayor selva tropical del mundo y su preservación es considerada clave por los científicos para evitar un cambio climático catastrófico. Perú tiene la segunda sección más grande de la Amazonia después de Brasil.
Aunque Perú es un productor de petróleo muy pequeño, que produce sólo 40.000 barriles diarios, sus yacimientos se concentran en la Amazonia.
El incidente es al menos el segundo gran vertido de petróleo que se produce en Perú este año, después de que la petrolera española Repsol SA derramara en enero más de 10.000 barriles en el océano Pacífico desde un buque cisterna que estaba cargando en una refinería de la compañía cerca de la capital peruana, Lima.
El derrame es también el undécimo que se produce en lo que va de año en la Amazonia, según Petroperú, pero el primero que desemboca directamente en un río.
El gobierno del presidente peruano de izquierda Pedro Castillo ha dicho que quiere que Petroperú aumente la producción, especialmente en su inactivo Lote 192, el mayor yacimiento petrolífero del país, situado en las profundidades de la Amazonia.
