El prestamista pretende aumentar la plantilla de su negocio de banca y mercados globales en Arabia Saudí entre un 10 y un 15% este año, según declaró a Reuters Greg Guyett, director ejecutivo de la división.

"Hay una enorme cartera de transacciones, estamos contratando a toda la gente con experiencia que podemos conseguir", dijo Guyett, añadiendo que otros bancos que están reforzando su presencia en la región también tenían en el punto de mira al personal de HSBC que luego habría que sustituir.

HSBC declinó hacer comentarios sobre cuántos de estos banqueros emplea ya en Arabia Saudí.

El banco con sede en Gran Bretaña nombró en septiembre a Faris AlGhannam director general en Arabia Saudí, en un movimiento que, según dijo entonces, demostraba su compromiso de ampliar su negocio en Oriente Próximo.

El negocio de banca de inversión del HSBC obtuvo 65 millones de dólares de beneficios en Arabia Saudí en 2021, según los archivos de la empresa, la menor contribución de este tipo entre los países nombrados, aparte de Francia, que registró pérdidas.

El banco no es el único que apunta al potencial del reino rico en petróleo: su rival Barclays está explorando la posibilidad de volver a Arabia Saudí para entrar en la esperada oleada de salidas a bolsa, según informó Reuters el 15 de diciembre.

En los últimos años, el reino ha experimentado un auge en la realización de grandes operaciones como parte de una estrategia más amplia del príncipe heredero Mohammed Bin Salman para desligar la economía de los ingresos del petróleo y atraer la inversión extranjera.

El Fondo de Inversión Pública (FPI) está trabajando con Lazard en las opciones de financiación y en una posible oferta pública inicial de Masar, un megaproyecto de 27.000 millones de dólares en la ciudad santa de La Meca, según informó Reuters en noviembre.

Arabia Saudí también vendió 5.000 millones de dólares en bonos el pasado octubre, su primera venta de deuda internacional en casi un año.