Israel defendió el viernes ante la Corte Internacional de Justicia la necesidad militar de su ofensiva en Gaza, después de que Sudáfrica pidiera a los jueces que le ordenaran detener las operaciones en Rafah y retirarse completamente del territorio palestino.

El funcionario del Ministerio de Justicia israelí Gilad Noam calificó el caso de Sudáfrica, que acusa a Israel de violar la Convención sobre el Genocidio, de "completamente divorciado de los hechos y las circunstancias".

"(El caso) se burla de la atroz acusación de genocidio", dijo Noam.

Antes de la presentación de Israel, varias docenas de manifestantes proisraelíes se reunieron fuera, mostrando fotografías de rehenes tomados por combatientes de Hamás el 7 de octubre y exigiendo su liberación.

Más de 35.300 palestinos han muerto en el asalto israelí a la franja de Gaza, que dura ya siete meses, según informaron el jueves las autoridades sanitarias del enclave. La guerra comenzó cuando militantes de Hamás atacaron Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y secuestrando a otras 253.

El jueves, la embajadora de Sudáfrica en Holanda, Vusimuzi Madonsela, solicitó al tribunal que ordenara a Israel "la retirada inmediata, total e incondicional del ejército israelí de la totalidad de la franja de Gaza".

El equipo jurídico sudafricano enmarcó la operación militar israelí como parte de un plan genocida destinado a provocar la destrucción del pueblo palestino.

En sentencias anteriores, el tribunal ha rechazado las demandas de Israel de desestimar el caso y le ha ordenado que impida los actos de genocidio contra los palestinos, aunque se ha quedado corto a la hora de ordenarle que detenga el asalto.