22 mar (Reuters) - Japón reaccionó airadamente el martes después de que Rusia se retirara de las conversaciones sobre el tratado de paz con Japón y paralizara los proyectos económicos conjuntos relacionados con las islas Kuriles en disputa, debido a las sanciones japonesas por la invasión rusa de Ucrania.

Rusia y Japón no han puesto fin formalmente a las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial debido a su enfrentamiento por las islas, que están cerca de la isla de Hokkaido, la más septentrional de Japón, y fueron arrebatadas por la Unión Soviética al final de la Segunda Guerra Mundial.

Las islas se conocen en Rusia como las Kuriles y en Japón como los Territorios del Norte.

Japón ha impuesto sanciones a 76 personas, siete bancos y otros 12 organismos de Rusia, siendo la más reciente del viernes, y en ellas se incluye a responsables de defensa y a su exportador estatal de armas, Rosoboronexport.

Rusia no continuará las negociaciones con Japón sobre un tratado de paz "en las condiciones actuales", dijo el lunes su Ministerio de Asuntos Exteriores, citando las "posiciones abiertamente no amistosas de Japón y los intentos de dañar los intereses de nuestro país".

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, se opuso firmemente a la decisión de Rusia, calificándola de "injusta" y "completamente inaceptable".

"Toda esta situación ha sido creada por la invasión rusa de Ucrania, y la respuesta de Rusia de trasladar esto a las relaciones entre Japón y Rusia es extremadamente injusta y completamente inaceptable", dijo, añadiendo que la actitud de Japón hacia la búsqueda de un tratado de paz no ha cambiado y que ha protestado contra la decisión rusa.

"Japón debe continuar decididamente sancionando a Rusia en cooperación con el resto del mundo", dijo.

Kishida, preguntado más tarde sobre la cooperación económica con Rusia, dijo que Japón valoraba cualquier oportunidad de asegurar un suministro de energía barato, lo que supone una referencia a los proyectos energéticos en Sajalín, tras las retiradas de Shell y Exxon Mobil.

El secretario Jefe del Gabinete, Hirokazu Matsuno, dijo que Japón había presentado una queja ante el embajador de Rusia en Japón, y más tarde el viceministro de Asuntos Exteriores de Japón convocó al embajador, Mikhail Galuzin, al ministerio para presentar una queja.

El periódico Asahi Shimbun citó posteriormente a Galuzin diciendo que, dada la situación relativa a las recientes "acciones no amistosas", Rusia no tenía intención de continuar las negociaciones.

La semana pasada, Japón también anunció sus planes de retirar a Rusia el estatus de nación más favorecida en materia comercial y prohibir la importación de determinados productos.

El año pasado, el presidente Vladimir Putin dijo que tanto Tokio como Moscú querían mantener buenas relaciones y que era absurdo que no hubieran llegado a un acuerdo de paz.

En 2020, se modificó la constitución rusa para prohibir la entrega de territorio a una potencia extranjera.

Rusia también se ha retirado de las conversaciones con Japón sobre proyectos empresariales conjuntos en las islas Kuriles y ha puesto fin a la exención de visado para los ciudadanos japoneses, según su Ministerio de Asuntos Exteriores.

(Información de Reuters; información adicional en Tokio de Daniel Leussink, Kantaro Komiya, Kiyoshi Takenaka y Elaine Lies; edición de Michael Perry y Christian Schmollinger; traducción de Flora Gómez)