WASHINGTON/PARÍS, 17 sep (Reuters) -La junta ejecutiva del Fondo Monetario Internacional está revisando un informe preparado para el Banco Mundial que halló que la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, presionó en su anterior cargo de alto nivel en el Banco Mundial al personal para cambiar los datos a favor de China, dijo el viernes la entidad.

Georgieva ha dicho que está "profundamente en desacuerdo con los hallazgos e interpretaciones de la investigación" del informe independiente, preparado por el bufete de abogados WilmerHale a solicitud del comité de ética del Banco Mundial y publicado el jueves.

El informe encontró que Georgieva y otros funcionarios del Banco Mundial aplicaron "presión indebida" sobre el personal para impulsar la clasificación de China en el informe "Doing Business 2018" del banco.

La revisión del FMI se inició después de que Georgieva informara sobre el tema al directorio el jueves.

"El directorio del FMI está revisando este asunto", dijo a Reuters el portavoz del FMI, Gerry Rice. "Como parte del procedimiento regular en tales asuntos, el comité de ética informará a la junta", agregó Rice, sin dar un cronograma.

Georgieva abordó el tema al inicio de una reunión programada previamente con el personal del FMI el viernes, según tres personas que asistieron al evento virtual y una cuarta que fue informada sobre sus comentarios.

"NO ES VERDAD"

Georgieva aseguró que valora mucho los datos y el análisis y no presiona al personal para que cambie los datos, como lo encontró el informe, según una transcripción proporcionada a Reuters.

"Permítanme explicárselo de manera muy simple. No es verdad. Ni en este caso, ni antes ni después, he presionado al personal para que manipule los datos", dijo Georgieva al personal del FMI, según la transcripción.

El prestamista multilateral con sede en Washington buscaba el apoyo de China para un gran aumento de capital. En ese momento, Georgieva era la directora general del Banco Mundial.

Georgieva ha encabezado el FMI desde 2019, en una gestión en la que el organismo ha reforzado su rol como prestamista global, distribuyendo alrededor de 650.000 millones de dólares en nuevos Derechos Especiales de Giro (DEG) como parte de una campaña para ayudar a combatir el daño económico infligido por el COVID-19.

Algunos de los 190 países miembros del FMI, que financian sus préstamos y otros proyectos para aliviar la pobreza y reforzar la estabilidad financiera mundial, dijeron que también están revisando el informe de ética.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que administra las participaciones dominantes del país en el FMI y el Banco Mundial, dijo que estaba analizando lo que denominó "hallazgos serios".

"Es un tema serio. El informe independiente no es un juicio y el comité de ética y el directorio del FMI deben estudiar el informe, escuchar a la directora gerente y presentar sus conclusiones", dijo una fuente del Ministerio de Finanzas francés. "Es sobre esta base que Francia podrá evaluar completamente la situación", agregó la fuente.

Gran Bretaña está comprometida con la buena gobernanza del Grupo del Banco Mundial y está considerando los hallazgos de la investigación, dijo un portavoz. Funcionarios de Japón, otro donante clave de ambas instituciones, estaban hablando con sus pares en otros países sobre las conclusiones del informe, dijo a Reuters una fuente del gobierno con conocimiento del asunto.

El Banco Mundial dijo el jueves que cancelaría la serie de informes, que se ha publicado desde 2003, lo que consternó a los inversores que dependen de él para ayudarlos a evaluar el riesgo país.

(Escrito por Carmel Crimmins. Editado en español por Javier Leira, Marion Giraldo y Manuel Farías)