9 dic (Reuters) -El regulador sanitario de la Unión Europea expresó el viernes su preocupación por la eficacia cada vez menor de las terapias con anticuerpos contra el COVID-19 para tratar a los pacientes, en un momento en que las nuevas variantes del coronavirus están poniendo en entredicho los enfoques terapéuticos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos han ido un paso más allá y han retirado sus recomendaciones sobre algunos anticuerpos monoclonales, basándose en que ómicron y los últimos subtipos de la variante han dejado probablemente obsoletas estas opciones.

Los anticuerpos monoclonales están diseñados para neutralizar el virus SARS-CoV-2 uniéndose a la proteína de la espícula de su superficie, pero el virus ha ido evolucionando, provocando cambios en esta proteína que afectan a la forma en que los anticuerpos se unen a ellos.

"Aunque todavía no se sabe hasta qué punto la menor actividad neutralizante se traduce en menores beneficios para los pacientes, los profesionales sanitarios deberán considerar tratamientos alternativos, especialmente si subvariantes como BQ.1 y BQ.1.1 se vuelven prevalentes", señaló la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).

Los nuevos subtipos de la subvariante dominante BA.5 de ómicron conocidos como BQ.1 y BQ.1.1 se encuentran entre los más de 300 sublinajes de la variante ómicron que circulan en todo el mundo, el 95% de los cuales son descendientes directos de BA.5, según la OMS.

El Grupo de Trabajo de Emergencias de la EMA afirmó que pueden considerarse alternativas antivirales como Paxlovid, de Pfizer, y remdesivir, de Gilead, y señaló que se espera que mantengan su actividad contra las cepas emergentes.

La EMA añadió que estudiaría cualquier actualización necesaria de las etiquetas de las terapias individuales.

(Información de Pushkala Aripaka y Yadarisa Shabong en Bengaluru; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)