La OPEP+, que incluye a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y a sus aliados, entre ellos Rusia, enfureció a Estados Unidos y a otras naciones occidentales en octubre cuando acordó recortar la producción en 2 millones de barriles diarios (bpd), alrededor del 2% de la demanda mundial, desde noviembre hasta finales de 2023.
Washington acusó al grupo y a uno de sus líderes, Arabia Saudí, de ponerse del lado de Rusia a pesar de la guerra de Moscú en Ucrania.
La OPEP+ argumentó que había recortado la producción debido a unas perspectivas económicas más débiles. Los precios del petróleo han bajado desde octubre debido a la ralentización del crecimiento chino y mundial y a la subida de los tipos de interés. [O/R]
El viernes, las naciones del G7 y Australia acordaron un límite de precio de 60 dólares por barril para el crudo ruso transportado por vía marítima, en una medida para privar al presidente Vladimir Putin de ingresos y mantener el flujo de petróleo ruso a los mercados mundiales.
Moscú dijo que no vendería su petróleo bajo el tope y que estaba analizando cómo responder.
Muchos analistas y ministros de la OPEP han dicho que el tope de precios es confuso y probablemente ineficaz, ya que Moscú ha estado vendiendo la mayor parte de su petróleo a países como China e India, que se han negado a condenar la guerra en Ucrania.
La OPEP se reunió prácticamente el sábado sin Rusia ni sus aliados y no discutió el tope de precios ruso, según las fuentes.
"Mantendremos la producción como está", dijo una de las fuentes el domingo. La OPEP+ comienza las conversaciones a las 1100 GMT con una reunión del panel consultivo del Comité Conjunto de Monitoreo Ministerial (JMMC), seguida de la conferencia ministerial completa.