En el último trimestre de 2022, la zona euro creció a duras penas, logrando evitar una recesión, ya que el producto interior bruto se expandió un 0,1%, según mostraron el martes los datos de Eurostat, superando las expectativas de un sondeo de Reuters que apuntaban a una caída del 0,1%.

El índice compuesto de gestores de compras (PMI) de S&P Global, considerado un buen indicador de la salud económica general, subió el mes pasado a un máximo de siete meses de 50,3 desde los 49,3 de diciembre, justo por delante de una lectura preliminar de 50,2.

Enero fue el primer mes en que el índice se situó por encima de la marca de 50 desde junio.

"Una reanudación del crecimiento de la producción empresarial, aunque sea marginal, es una buena noticia y sugiere que la zona euro podría escapar de una recesión", declaró Chris Williamson, economista jefe de empresas de S&P Global Market Intelligence.

"Con la notable reducción de las presiones sobre los precios en los últimos meses, el alivio de las limitaciones de la oferta y las preocupaciones a corto plazo sobre el mercado energético aliviadas por las subvenciones, los precios más bajos y un invierno cálido, la confianza empresarial también ha subido, lo que aumenta las esperanzas de que la reactivación cobre fuerza en los próximos meses", añadió.

Aunque la demanda volvió a caer, el índice de nuevas empresas se acercó mucho más al punto de equilibrio y, con las empresas aumentando su plantilla, el optimismo sobre el año que viene se situó en su nivel más alto desde abril. El índice de producción futura saltó a 60,4 desde 55,5.

La actividad en el sector dominante de los servicios del bloque también recuperó el crecimiento el mes pasado, ya que los consumidores se encogieron de hombros ante la crisis del coste de la vida e impulsaron un modesto repunte de la demanda.

El PMI de servicios subió hasta 50,8 el mes pasado desde 49,8, su primera vez por encima de 50 desde julio.

Aunque el ritmo de aumento de los costes de los insumos de las empresas de servicios se desaceleró, éstas elevaron sus precios de venta a un ritmo más rápido. El índice de precios de producción subió hasta 62,0 desde 61,0, pero se mantuvo por debajo de los niveles observados durante gran parte del año pasado.

El jueves, el Banco Central Europeo añadió 50 puntos básicos a sus tipos de interés oficiales para intentar domar una inflación que en enero se situó en el 8,5% -más de cuatro veces su objetivo del 2%- y señaló explícitamente al menos una subida más de la misma magnitud en marzo.

"Sigue siendo demasiado pronto para descartar por completo los riesgos de recesión. En particular, el impacto de unos tipos de interés más altos sobre el crecimiento económico aún no se ha dejado sentir plenamente", añadió Williamson.