WASHINGTON / PEKÍN, 17 mar (Reuters) - Estados Unidos mantendrá una posición firme en las negociaciones con China que se celebrarán el jueves en Alaska, según dirigentes consultados, en lo que serán las primeras reuniones cara a cara entre altos cargos de ambos países desde que el presidente estadounidense Joe Biden asumió el cargo.

Pekín ha pedido restablecer las relaciones, que se encuentran en su peor momento en décadas, pero Washington ha afirmado que las conversaciones de Alaska serán algo puntual y que cualquier compromiso futuro depende de que China se comporte mejor.

"Esperamos tener la oportunidad de exponer en términos muy claros a nuestros homólogos chinos algunas de las preocupaciones que tenemos sobre las acciones que están llevando a cabo", dijo el miércoles en Tokio el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken.

Junto con el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan, Blinken se reunirá en Alaska con el principal diplomático chino, Yang Jiechi, y con el consejero de Estado, Wang Yi, justo después de haber visitado a sus aliados Japón y Corea del Sur para reforzar el compromiso de Estados Unidos con el Indo-Pacífico ante el ascenso de Pekín.

El martes, Blinken se comprometió en Tokio a hacer frente a la "coerción y la agresión" de Pekín, lo que incluye sus amplias reivindicaciones territoriales en los mares de China oriental y meridional.

Estas declaraciones muestran la brusquedad manifestada en la postura de Estados Unidos hacia Pekín bajo Biden, en un momento en que las dos economías más grandes del mundo buscan recuperar cierta estabilidad en sus relaciones, después de que estas se deterioraran bajo el mandato del expresidente Donald Trump.

China espera que la reunión sirva para establecer un marco amplio para retomar relaciones, más que para resolver cuestiones específicas, dijo a Reuters una fuente de Pekín familiarizada con la planificación de las negociaciones.

Sin embargo, los funcionarios de Biden han sido categóricos al afirmar que Alaska no es una vuelta al diálogo habitual, que bajo las administraciones anteriores hizo poco por resolver las preocupaciones de Washington respecto a Pekín.

"Creemos que habrá partes de la conversación que podrían ser difíciles", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, a los periodistas.

Un alto funcionario de la Administración estadounidense dijo en una sesión informativa que Washington buscaría "hechos, no palabras" si Pekín quiere cambiar el tono de la relación.

PRIMER ASALTO DE UN COMBATE DE BOXEO

Estados Unidos, Japón, India y Australia celebraron la semana pasada una cumbre de líderes en la que se comprometieron a cooperar en materia de seguridad marítima, cibernética y económica, asuntos vitales para las cuatro democracias ante los desafíos de China.

Además, la Administración de Biden se ha embarcado en una "gira por Europa", en lo que los responsables estadounidenses han calificado de compromiso diario con Europa en cuestiones como el avance de China.

Evan Medeiros, especialista en Asia de la Administración Obama que ahora enseña en la Universidad de Georgetown, definió las conversaciones de Alaska como "el primer asalto de un combate de boxeo" que probablemente no resolverá ninguna cuestión importante, pero que podría reducir la posibilidad de futuros errores de cálculo entre los dos rivales.

"Creo que en gran medida será una exposición de agravios por ambas partes", dijo Medeiros.

EN TERRENO DE EEUU

Representantes de Biden han dicho que para ellos es importante que su primer contacto de alto nivel con China tenga lugar en Estados Unidos, siendo Alaska una referencia simbólica al poder persistente del país en el Pacífico.

Será la segunda vez consecutiva en menos de un año que Yang vuela a suelo estadounidense. A pesar de este gesto, considerado por los observadores chinos como una señal de la buena voluntad de Pekín, ninguna de las dos partes parece tener muchas esperanzas de lograr avances.

"Incluso si hay alguna cooperación inicial en asuntos concretos como el cambio climático, su efecto positivo es insignificante frente a unas relaciones marcadas por la rivalidad y la oposición en todos los frentes", dijo a Reuters Shi Yinhong, profesor de la Universidad Renmin de Pekín.

(Información de Michael Martina, David Brunnstrom y Steve Holland en Washington, Humeyra Pamuk en Seúl, y Yew Lun Tian y Gabriel Crossley en Beijing; Editado por Michael Perry; traducido por Flora Gómez en la redacción de Gdansk)