WASHINGTON (Reuters) - La prolongada batalla de Estados Unidos sobre el derecho al aborto estalló de nuevo el martes, cuando la Corte Suprema confirmó un proyecto de opinión que indica que pronto anulará la histórica sentencia "Roe contra Wade" de 1973, que legalizó el aborto en todo el país.

El presidente Joe Biden denunció la esperada medida como "radical", mientras los demócratas en Washington y en las cámaras estatales se apresuraban a tratar de encontrar una respuesta para defender un derecho que las mujeres de Estados Unidos han mantenido durante casi medio siglo.

Algunos republicanos moderados también se mostraron consternados, pero los conservadores en materia social se mostraron encantados, aunque manifestaron su enfado por la filtración del dictamen.

La Corte confirmó que el borrador, publicado a última hora del lunes por el medio de comunicación Politico, era auténtico, pero dijo que no representaba la decisión final de los jueces, prevista para finales de junio.

El presidente de la Corte, John Roberts, anunció una investigación sobre cómo se filtró el borrador, cuyo autor es el magistrado Samuel Alito, de la mayoría conservadora de 6-3, y lo calificó de "traición" a la confidencialidad del proceso judicial.

"Esta fue una singular y atroz violación de esa confianza que es una afrenta al tribunal y a la comunidad de servidores públicos que trabajan aquí", dijo Roberts, prometiendo que la divulgación no socavará la integridad del funcionamiento de la corte.

Cientos de personas de ambos lados de la contienda se reunieron frente al edificio de la Corte Suprema en Washington. Los partidarios del derecho al aborto coreaban "son nuestros cuerpos" y "el aborto es asistencia sanitaria", mientras que sus oponentes respondían: "Los defensores del derecho a decidir mienten, los bebés nunca eligen morir".

Un fallo de la corte que anule la sentencia de "Roe contra Wade" daría a muchos republicanos y conservadores religiosos una victoria que han perseguido durante décadas.

"Es un cambio fundamental en la jurisprudencia estadounidense", dijo Biden sobre el proyecto de Alito, argumentando que esa decisión pondría en cuestión otros derechos, incluido el matrimonio entre personas del mismo sexo, que el tribunal reconoció en 2015.

"Si se convierte en ley, y si lo que está escrito es lo que queda, va mucho más allá de la preocupación de si existe o no el derecho a elegir", añadió Biden, en referencia al derecho al aborto.

La sentencia reconoció que el derecho a la intimidad personal, según la Constitución de Estados Unidos, protege la capacidad de una mujer para interrumpir su embarazo.

Biden prometió trabajar para conseguir que el Congreso apruebe una legislación que codifique la sentencia e instó a los votantes a respaldar a los candidatos en las elecciones al Congreso del 8 de noviembre que apoyen el derecho al aborto.

El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, dijo que la cámara votará la semana que viene sobre dicha legislación, a pesar de que un proyecto de ley similar respaldado por los demócratas ya fracasó este año.

En un contexto de oposición republicana, la exigua mayoría demócrata no es suficiente para superar las normas del Senado, que exigen una supermayoría para hacer avanzar la mayoría de las leyes.

Incluso si la nueva votación en el Senado fracasa, como es casi inevitable, los demócratas podrían utilizarla para reforzar sus posibilidades en las elecciones de mitad de mandato en las que los republicanos esperan recuperar el control del Congreso.

Casi dos tercios de los estadounidenses dijeron que es más probable que respalden a los candidatos que apoyan el derecho al aborto en la votación de noviembre, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada el martes.

Los demócratas creen que eso ayudará a los senadores demócratas en el cargo, como Mark Kelly en Arizona y Raphael Warnock en Georgia, y podría perjudicar a algunos republicanos en ejercicio, como el senador Ron Johnson de Wisconsin.

PÉRDIDA DE CONFIANZA

Las senadoras estadounidenses Lisa Murkowski y Susan Collins, republicanas moderadas que apoyan el derecho al aborto, expresaron su consternación ante el proyecto de Alito.

"Si va en la dirección que indica esta copia filtrada, sólo les diría que hacen que se tambalee mi confianza en la corte en este momento", dijo Murkowski, añadiendo que apoya una legislación que codifique el derecho al aborto.

El senador republicano Lindsey Graham celebró la noticia.

"Si el Tribunal Supremo anula el caso de 'Roe contra Wade', que creo que ha sido una de las mayores apropiaciones de poder en la historia de la Corte, significa que cada estado decidirá si el aborto es legal y en qué condiciones", dijo Graham. "Esa es, en mi opinión, la forma más constitucional de tratar este asunto y la forma en que Estados Unidos manejó el tema hasta 1973".

La persona que filtró el borrador no ha sido identificada.

El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, condenó la filtración como una "acción ilegal" y dijo que formaba parte de una campaña de la "izquierda radical", pero no ofreció pruebas.

LEYES ESTATALES

Si se anula la sentencia de "Roe contra Wade" y no se aprueba ninguna ley federal, la ley del aborto la determinarían los estados. Es probable que el aborto siga siendo legal en los estados de tendencia progresista, mientras que los estados conservadores tendrían libertad para prohibirlo.

Los estados ya han aprobado una serie de leyes relacionadas con el aborto. Los estados liderados por los republicanos han actuado rápidamente, con nuevas restricciones aprobadas este año en al menos seis estados. El martes, el gobernador de Oklahoma firmó una norma que prohíbe los abortos después de seis semanas, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.

Al menos tres estados liderados por los demócratas han aprobado este año medidas para proteger el derecho al aborto.

El proveedor de abortos Planned Parenthood dijo estar horrorizado por el proyecto de sentencia, aunque sus clínicas siguen abiertas por ahora.

"Aunque lo hemos visto venir durante décadas, no es menos devastador", dijo Alexis McGill Johnson, presidente del grupo.

El caso en cuestión tiene que ver con la prohibición del aborto a partir de las 15 semanas de embarazo, respaldada por los republicanos en Misisipi, una ley bloqueada por tribunales inferiores.

"El caso de 'Roe contra Wade' fue un error atroz desde el principio", escribió Alito en el borrador de la opinión.

La sentencia permitía abortar antes de que un feto fuera viable fuera del útero, entre las 24 y 28 semanas de embarazo. Basándose en la opinión de Alito, el tribunal consideraría que el caso se decidió erróneamente porque la Constitución no hace ninguna mención específica al derecho al aborto.

"El aborto presenta una profunda cuestión moral. La Constitución no prohíbe a los ciudadanos de cada estado regular o prohibir el aborto", escribió Alito.

(Reporte de Lawrence Hurley, Gabriella Borter, Steve Holland y Moira Warburton, redacción de Jan Wolfe; edición de Scott Malone, Kieran Murray, Will Dunham y Rosalba O'Brien, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)