La cadena británica de moda y alimentación Marks & Spencer dijo el martes que planea recortar otros 7.000 puestos de trabajo, dando el último golpe al asediado sector minorista del país, en caída libre a causa del coronavirus. M&S ya había informado el mes pasado que eliminaría 950 empleos en el marco de un proceso de reestructuración.

Esta última ronda de despidos, que tendrá lugar durante los próximos tres meses, afectará al principal centro de apoyo de la compañía, a la gestión regional y a las tiendas del Reino Unido. Los recortes se suman a los miles anunciados recientemente por otros grandes minoristas británicos, incluyendo Boots, John Lewis, Dixons Carphone y WH Smith. M&S añadió que espera que una parte significativa de los últimos despidos se haga a través de salidas voluntarias y jubilaciones anticipadas. "Estas propuestas son un paso importante para convertirnos en una empresa más ágil y rápida con la que atender las cambiantes necesidades de los clientes. Nos comprometemos a apoyar a nuestros colegas durante este periodo", dijo el consejero delegado de la firma, Steve Rowe. M&S indicó que las ventas del grupo bajaron un 19,2% interanual en las últimas 19 semanas hasta el 20 de agosto, que incluyeron parte del confinamiento impuesto en Reino Unido, con las ventas de ropa y vivienda cayendo un 49,1% y las ventas de alimentos bajando un 1,1%. En las últimas ocho semanas, las ventas de ropa y hogar cayeron un 29,9%, mientras que las ventas de alimentos subieron un 2,5%.

(Información de James Davey; editado por Sarah Young; traducción de Jorge Martínez)