LONDRES, 24 mar (Reuters) - La inflación británica se ralentizó contra pronóstico el mes pasado, debido a la mayor caída anual en los precios de la ropa desde 2009 y al abaratamiento de automóviles de segunda mano, juguetes y videojuegos, aunque la mayoría de los economistas prevén aumentos de precios más pronunciados en el futuro.

La tasa anual de inflación de los precios al consumidor cayó al 0,4% en febrero, frente al 0,7% de enero, dijo la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS, por sus siglas en inglés), en contraste con el 0,8% que esperaban de media los economistas, según una encuesta de Reuters.

"El impacto de la pandemia ha alterado los patrones estacionales estándar", dijo Jonathan Athow, director adjunto de estadística de la ONS. "Una caída en los precios de la ropa ayudó a contener la inflación en febrero, tradicionalmente un mes en el que veríamos subir estos precios".

La libra esterlina se debilitó ligeramente frente al dólar estadounidense después de que se publicaran las cifras.

El Banco de Inglaterra y otros observadores prevén que la inflación aumente bruscamente hacia el objetivo del 2% del Banco de Inglaterra en el primer semestre de este año, debido a un aumento de los precios del petróleo, aumentos en las facturas de energía reguladas de los hogares y otros efectos extraordinarios.

"A partir de abril, también veremos un salto en la tasa general de inflación sobre los precios de la energía, en parte porque ya no compararemos los precios de la gasolina con los niveles prepandémicos, pero también porque el tope del precio de la energía nacional aumentará al 9%". dijo el economista de ING James Smith.

Pocos economistas prevén que el aumento de la inflación, que puede incluir un pequeño rebasamiento de su objetivo del 2%, impulse al banco central británico a comenzar a subir las tasas de interés.

Los analistas pronostican que el desempleo aumentará a finales de este año cuando terminen las medidas gubernamentales de apoyo al empleo, lo que ejercerá presión a la baja sobre los salarios y los precios durante los próximos dos años.

Los precios de la ropa y el calzado cayeron entre enero y febrero por primera vez desde 2007 y son un 5,7% más bajos que un año antes, lo que supone la mayor caída anual desde noviembre de 2009, debido a una caída generalizada de la demanda debido a la pandemia.

Las caídas de precios se debió principalmente a la ropa y los zapatos de mujer. Normalmente, los precios suben de manera constante con el lanzamiento de nuevas colecciones de primavera y verano después de las rebajas de enero.

Sin embargo, los comercios de ropa de las grandes arterias comerciales cerraron en Reino Unido en febrero debido a las restricciones del confinamiento, que han supuesto el cierre de todas las tiendas no esenciales.

(Reporte de David Milliken y Andy Bruce; edición de Catherine Evans, traducido por Tomás Cobos)