Los datos estarán entre los factores que el Banco de Japón (BOJ) examinará en su reunión de política monetaria de los días 30 y 31 de julio, en la que la junta publicará nuevas previsiones trimestrales y debatirá si eleva los tipos de interés desde los actuales niveles cercanos a cero.
El aumento del índice de precios al consumo (IPC) subyacente, que elimina el efecto de los volátiles precios de los alimentos frescos, se comparó con la previsión media del mercado de una subida del 2,7% y siguió a la subida del 2,5% del mes anterior.
La inflación, medida por otro índice que excluye tanto los alimentos frescos como el combustible, alcanzó el 2,2% en junio tras una lectura del 2,1% en mayo, según mostraron los datos.
El Banco de Japón abandonó los tipos negativos y el control del rendimiento de los bonos en marzo, en un cambio histórico al alejarse de un programa de estímulo radical de una década de duración.
Con una inflación que supera su objetivo del 2% desde hace dos años, el banco central también ha dejado caer que subirá los tipos a corto plazo a niveles que ni enfríen ni sobrecalienten la economía - lo que los analistas consideran entre el 1% y el 2%.
Muchos economistas esperan que el BOJ eleve los tipos de interés hasta el 0,25% este año, aunque están divididos sobre si la subida se producirá en julio o más adelante. (Reportaje de Leika Kihara; Edición de Jamie Freed y Christopher Cushing)