Todos los legisladores primerizos fueron invitados a la recepción bipartidista ofrecida por Biden y la vicepresidenta Kamala Harris, pero faltaron docenas de republicanos opuestos a las políticas de Biden en la lista de más de 40 inscritos que distribuyó la Casa Blanca para el evento.
Entre los que faltaban había varios que intentaron impedir que el republicano Kevin McCarthy fuera elegido portavoz a principios de este mes, antes de ceder una vez que les ofreció amplias concesiones.
Esos representantes eran Josh Brecheen de Oklahoma, Eli Crane de Arizona, Anna Paulina Luna de Florida, Andy Ogles de Tennessee y Keith Self de Texas. Sus portavoces no respondieron a una solicitud de comentarios fuera del horario laboral.
Santos, que se ha enfrentado a llamamientos de sus compañeros republicanos de Nueva York para que dimita por las invenciones sobre su carrera y su historia, dijo a los periodistas en el Capitolio a primera hora del martes: "No voy a ir".
Se esperaba que once republicanos recién llegados asistieran al acto de la Casa Blanca.
"Están invitados todos los que forman parte del nuevo Congreso", dijo el lunes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Se espera que Biden lance pronto su campaña para ser reelegido para un segundo mandato de cuatro años en 2024, y necesita apoyo en el Congreso para elevar el límite de la deuda, aprobar un nuevo presupuesto y ayudar a cumplir una serie de promesas a los votantes.
Muchos republicanos en la Cámara han prometido en cambio bloquear el gasto gubernamental e investigar a la familia de Biden y el uso de su cargo.
Los compañeros demócratas de Biden tienen un estrecho control del Senado, mientras que los republicanos ganaron una escasa mayoría en la Cámara durante las elecciones de mitad de mandato de 2022.
McCarthy fue elegido presidente de la Cámara sólo después de aceptar la exigencia de los partidarios de la línea dura de que cualquier legislador pudiera pedir su destitución en cualquier momento. Eso recortará drásticamente el poder que el californiano tendrá a la hora de intentar aprobar leyes.
