Famosa por sus diseños de mariposas, Mori nació en la prefectura rural de Shimane, y recordaba en su vida posterior cómo la ropa elegante que su padre, que era médico, le encargaba de niña en Mitsukoshi, unos conocidos grandes almacenes de Tokio, la dejaba "avergonzada".

Aun así, más tarde se dirigió a la ciudad, donde asistió a la universidad y luego a la escuela de diseño, abriendo allí su propio estudio en su centro, aún parcialmente devastado por la guerra, en 1951.

Trabajar como diseñadora para directores de cine le ayudó a perfeccionar su estilo, pero el punto de inflexión llegó en 1961, cuando fue a París a investigar sobre la diseñadora Coco Chanel y luego visitó Nueva York.

"Me sentí muy consciente de mis raíces como 'japonesa'", dijo Mori -que según su oficina había fallecido el 11 de agosto- en una entrevista al sitio web de Rakuten FashionWeek Tokyo.

"Los productos japoneses baratos que se venden en los sótanos de los grandes almacenes... La representación de Madame Butterfly en la ópera 'Madame Butterfly', que vi en Nueva York", dijo.

"'¡Esto no es Japón!' Decidí probar suerte con creaciones hechas en Japón".

En 1965, presentó su primera colección en Nueva York, que llamó la atención por su mezcla de temas orientales y occidentales.

En la década siguiente, le siguieron los desfiles en Europa y abrió una casa de moda en París, convirtiéndose en la primera mujer asiática en ser admitida en una asociación de alta costura francesa.

"Elegí como tema la mariposa, que simboliza a la mujer japonesa que despliega sus alas por el mundo", añadió.

Entre los encargos notables que le siguieron antes de su jubilación en 2004 se encuentra el vestido que llevó la emperatriz Masako en su boda con el entonces príncipe heredero Naruhito en 1993.

También diseñó los uniformes de las azafatas de Japan Airlines y de los equipos olímpicos de Japón en los Juegos de Verano de Barcelona 1992 y en los Juegos de Invierno de Lillehammer 1994.