La producción manufacturera repuntó un 0,7% el mes pasado después de haber disminuido un 0,4% en junio, según informó el martes la Reserva Federal. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que la producción fabril aumentaría un 0,2%. La producción aumentó un 3,2% respecto a julio de 2021.

El sector manufacturero, que representa el 11,9% de la economía estadounidense, sigue apoyado por la fuerte demanda de bienes, incluso cuando el gasto se está desplazando gradualmente hacia los servicios. Sin embargo, los riesgos aumentan, ya que los minoristas tienen un exceso de inventario, especialmente de ropa.

Un dólar fuerte como resultado de una política monetaria más estricta podría encarecer las exportaciones estadounidenses. El banco central estadounidense ha subido su tipo de interés oficial en 225 puntos básicos desde marzo. El agresivo endurecimiento de la política monetaria ha suscitado el temor a una recesión, perjudicando el sentimiento empresarial.

La producción de las fábricas de automóviles aumentó un 6,6% el mes pasado. Excluyendo los vehículos de motor, las manufacturas subieron un 0,3%. La producción de bienes de consumo duraderos aumentó un 3,5%, mientras que la de bienes de consumo no duraderos cayó un 0,3%.

La producción de la minería aumentó un 0,7%, y sigue estando apuntalada por la extracción de petróleo y gas. La producción de los servicios públicos cayó un 0,8%. El aumento de la producción manufacturera y minera contribuyó a elevar la producción industrial global en un 0,6%. La producción industrial no varió en junio.

La utilización de la capacidad del sector manufacturero, una medida del grado de utilización de los recursos por parte de las empresas, aumentó medio punto porcentual hasta el 79,8% en julio. Está 1,6 puntos porcentuales por encima de su media a largo plazo. La utilización global de la capacidad del sector industrial aumentó hasta el 80,3% el mes pasado, frente al 79,9% de junio. Está 0,7 puntos porcentuales por encima de su media de 1972-2021.

Los funcionarios de la Reserva Federal suelen fijarse en las medidas de uso de la capacidad para obtener señales de cuánta "holgura" queda en la economía, es decir, cuánto margen tiene el crecimiento antes de volverse inflacionista.