Los manifestantes provocaron al menos un incendio y lanzaron fuegos artificiales frente a la Corte Suprema.

El gobierno desplegó policías armados en San Salvador para controlar a la multitud.

Gloria Martínez estaba entre los que dicen que el Bitcoin es demasiado arriesgado.

"Esta es una ley que llegó sin consultar. No considera los intereses de la población en general. Es una ley que ha entrado con fuerza, sin la infraestructura tecnológica adecuada para que se utilice bien. Es una ley que nos obliga a usar una moneda que es volátil".

Las encuestas muestran que muchos salvadoreños están de acuerdo en que el bitcoin no es lo suficientemente estable.

Y puede que no haya ayudado a los defensores cuando, a primera hora del martes, los interesados en descargar el monedero digital de Bitcoin, llamado "Chivo", se encontraron con que no estaba disponible en las tiendas de aplicaciones populares.

El presidente del país, Nayib Bukele, pidió por Twitter a empresas como Apple que tuvieran en stock la aplicación, y Huawei lo hizo más tarde.

La aplicación se mostró incapaz de hacer frente a los registros de usuarios, por lo que fue desconectada para aumentar su capacidad.

Finalmente, a última hora de la tarde, Bukele estaba retuiteando vídeos de personas realizando pagos con bitcoins en comercios como Mcdonald's y Starbucks.

Antes de su lanzamiento, El Salvador compró unos 20 millones de dólares en Bitcoin, diciendo que es una forma de que la gente común invierta en los mercados financieros.

Aun así, los más pobres pueden tener dificultades para acceder a la tecnología necesaria para que el bitcoin funcione en un país donde casi la mitad de la población no tiene acceso a Internet, y muchos más con una conectividad irregular.