El infierno se ha desatado en los Países Bajos. La semana pasada, el diario económico De Telegraaf reveló la existencia de un plan de emergencia gubernamental denominado "Operación Beethoven". ¿El objetivo? Retener a la estrella local, ASML, que podría estar pensando en marcharse a otro país. ¿Por qué no Francia? Sin embargo, el Director General del fabricante de equipos de semiconductores ha descartado desde entonces la idea de una salida total de los Países Bajos. No obstante, una encuesta de Reuters entre las principales empresas neerlandesas revela que ASML no es ni mucho menos la única que se plantea dar la espalda a su patria. Tras las subidas del impuesto de sociedades y varias protestas y procesos judiciales contra Shell y otras empresas en los últimos años, los partidos populistas han logrado importantes avances en las elecciones nacionales de 2023. Esto ha llevado a las empresas a manifestarse en contra de políticas que desincentivarían la inmigración e impondrían nuevos impuestos.

Estas políticas pueden resultar atractivas para el electorado, pero ASML y otras empresas tecnológicas, que dependen en gran medida de personal extranjero, sostienen que socavan la prosperidad futura del país. El fabricante de maquinaria para la producción de semiconductores emplea a unos 9.000 extranjeros de los 23.000 empleados que tiene en Holanda. Con el auge de los partidos de extrema derecha en otros países europeos, se oyen preocupaciones similares en Alemania, donde los directores generales, desde Infineon a Volkswagen, advierten de la amenaza que supone el extremismo de derechas para la economía del país. Las principales empresas de los Países Bajos también deploran los planes de gravar la recompra de acciones, limitar las desgravaciones por inversión y recortar los fondos de innovación, todo ello sin tener en cuenta las consecuencias, especialmente en un momento en que otros países están cortejando la inversión extranjera.

Shell y Unilever han cruzado el Rubicón

"Muchas empresas que cotizan en bolsa están estudiando la posibilidad de trasladar su sede a otro país", declaró a Reuters Ingrid Thijssen, presidenta del mayor grupo industrial del país, VNO-NCW. "Harían falta dos manos para contarlas". Esta afirmación se hace eco de un estudio de enero de SEO Economic Research, encargado por el Ministerio de Economía, según el cual un tercio de las multinacionales holandesas se plantearía trasladar sus operaciones al extranjero en los próximos dos años. El Gobierno ha puesto en marcha el Proyecto Beethoven para persuadir a ASML de que se quede, que incluye la búsqueda de formas de "reparar el daño" causado por el fin de la exención fiscal a los inmigrantes cualificados. "Si queremos que las empresas se queden en nuestro pequeño país, tendremos que redoblar nuestros esfuerzos", declaró a Reuters el Ministro de Economía, Micky Adriaansens.

Más de una docena de empresas respondieron a las preguntas de Reuters sobre si estaban preocupadas por el clima empresarial nacional y se plantearían deslocalizar sus operaciones. Aunque sólo unas pocas dijeron que estaban considerando trasladar sus sedes, algunas, entre ellas pesos pesados como Shell y Unilever, ya lo han hecho. Otras han indicado que preferirían expandirse al extranjero. Todas ellas, incluidas las principales empresas financieras e industriales del país, se declararon preocupadas por la previsibilidad de la política gubernamental, esencial para las empresas.

BE Semi, Adyen, ASM International y Boskalis tienen dudas

Jean Schreurs, director de la filial holandesa del fabricante de semiconductores NXP, se ha hecho eco de la preocupación de ASML por las restricciones a la inmigración. Mientras el parlamentario antiislamista Geert Wilders negocia un gobierno con otros partidos contrarios a la inmigración, el Parlamento ha aprobado una moción para limitar el número de estudiantes extranjeros que pueden cursar estudios en las universidades holandesas y poner fin a la exención fiscal de los inmigrantes cualificados, dos vías importantes para la mano de obra cualificada. "Si la gente siente que no es bienvenida... Holanda no será el primer país en el que piense", declaró Schreurs, de NXP, a Reuters, añadiendo que la reputación del país sigue siendo buena en general. "Creo que tenemos que tener cuidado de no tirar por la borda todo lo que hemos construido a lo largo de los años".

El proveedor de equipos de chips ASM International amplió recientemente sus operaciones en el estado norteamericano de Arizona, y BE Semiconductor Industries en Vietnam. La empresa de pagos Adyen declaró que estaba dando prioridad a la contratación en sus oficinas de todo el mundo frente a su sede central de Ámsterdam. La empresa de dragados Boskalis -que ayudó a resolver el bloqueo del Canal de Suez en 2021- declaró que estaba considerando trasladar su sede a Abu Dhabi. La empresa se refirió a las declaraciones realizadas por su consejero delegado, Peter Berdowski, en un programa de radio de NOS el jueves. "Lo único que he notado es que la balanza se inclina en contra de Holanda", dijo Berdowski, refiriéndose a un empeoramiento del entorno jurídico y fiscal. Henk Volberda, catedrático de Gestión Estratégica de la Universidad de Ámsterdam, advirtió de que, aunque Holanda sigue ocupando un lugar destacado en las encuestas empresariales internacionales, "hay una desconexión entre la política y las empresas". "Creo que este Gobierno debe replantearse los cambios fiscales introducidos recientemente", afirmó.