"Hemos alcanzado nuestro objetivo esta semana y hemos ahorrado toda la cantidad", dijo Herbert Eibensteiner en una entrevista a Der Standard. "Son 1,5 teravatios hora. En caso de crisis, eso debería bastar para tres meses de pleno funcionamiento".

Rusia reanudó el jueves el bombeo de gas a través de su mayor gasoducto a Europa tras 10 días de interrupción, lo que disipó algunos de los temores de suministro inmediatos de Europa, pero no lo suficiente como para acabar con la amenaza de racionamiento para hacer frente a la posible escasez invernal.

"Compramos gas de forma continuada y, por razones comerciales, hemos decidido adquirir las necesidades para tres meses", dijo Eibensteiner al periódico.

"En caso de emergencia, esta cantidad nos da el tiempo necesario para procesar los pedidos y cerrar de forma controlada las áreas de producción directamente afectadas".