En la reunión celebrada en la capital uruguaya, Montevideo, los líderes trataron de presionar a su anfitrión sobre los planes de acuerdos comerciales "cada uno por su lado" con China y el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).

"La solución no es que cada uno haga lo suyo", dijo el presidente argentino, Alberto Fernández, reprendiendo a Uruguay.

Uruguay, una de las economías más pequeñas de Sudamérica, lleva años intentando concluir acuerdos comerciales unilaterales que considera más beneficiosos que el Mercosur.

"Uruguay necesita y tiene la ambición de abrirse al mundo. Por supuesto, si vamos en grupo es mucho mejor", dijo el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou. "Vamos a tener más poder de negociación".

En julio, Uruguay entabló negociaciones formales sobre un acuerdo de libre comercio con China, una decisión criticada por los miembros del Mercosur, y recientemente avanzó en las negociaciones para unirse al TPP.

A finales de noviembre, Brasil, Paraguay y Argentina advirtieron formalmente a Uruguay de que podrían tomar "medidas" en su contra si seguía adelante con sus planes.

El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, dijo que la integración del Mercosur era "fundamental y estratégica", pero se mostró flexible ante la exigencia de que Uruguay no avanzara en acuerdos comerciales sin informar a los demás.

"Lo que escuché de Lacalle me satisface. Que pueden avanzar en un diálogo pero antes de completar cualquier tipo de proceso, lo compartirán con el bloque. Ese es un camino aceptable", dijo Abdo.

La reunión de Montevideo, en la que Uruguay traspasó la presidencia pro tempore a Argentina, terminó sin una declaración conjunta sobre los acuerdos alcanzados durante los dos días de conversaciones.