PEKÍN, 29 nov (Reuters) - Las autoridades chinas han comenzado a investigar a algunas personas que se reunieron en las protestas del fin de semana contra las restricciones por el COVID-19, dijeron a Reuters fuentes que estuvieron en las manifestaciones en Pekín, mientras en las calles de la ciudad había una masiva presencia policial.

Dos manifestantes contaron a Reuters que personas que se identificaron como agentes de la policía de Pekín les pidieron que se presentaran el martes en una comisaría con un informe escrito de sus actividades del domingo por la noche.

Un estudiante también dijo que en su universidad les preguntaron si habían estado en una zona donde hubo protestas y les pidieron que escribieran un relato.

"Todos estamos borrando desesperadamente nuestro historial de chat", dijo otra persona que presenció la protesta de Pekín y que no quiso ser identificada. Agregó que la policía le preguntó cómo se había enterado de la protesta y cuál era su motivo para ir.

No estaba claro cómo identificaron las autoridades a las personas que querían interrogar sobre su participación en las protestas, y tampoco con cuántas querían hablar.

La Oficina de Seguridad Pública de Pekín no respondió a una solicitud de comentarios. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo que los derechos y las libertades deben ejercerse dentro del marco de la ley.

El descontento latente con las estrictas políticas de prevención del COVID, tras tres años de pandemia, se tradujo en protestas en ciudades a miles de kilómetros de distancia durante el fin de semana.

La mayor oleada de desobediencia civil en China continental desde que el presidente Xi Jinping asumió el poder hace una década ocurre cuando el número de casos de COVID alcanza máximos diarios y grandes zonas de varias ciudades se enfrentan a nuevos confinamientos.

Un funcionario de salud dijo que las quejas sobre los controles de COVID se referían principalmente a su aplicación inflexible.

"Los problemas señalados por el público no se dirigen a la prevención y el control de la epidemia en sí, sino que se centran en la simplificación de las medidas de prevención y control", dijo Cheng Youquan a periodistas, añadiendo que las autoridades abordarían las preocupaciones urgentes.

Las autoridades de Cantón, una potencia económica del sur del país, anunciaron el martes por la noche que permitirían a los contactos cercanos de los casos de COVID hacer cuarentena en casa, después de que las autoridades sanitarias pidieran medidas más específicas.

El COVID se ha extendido a pesar de que China se ha aislado en gran medida del mundo y ha exigido importantes sacrificios a su población para cumplir con las frecuentes pruebas y el prolongado aislamiento.

Las restricciones han exacerbado una de las desaceleraciones del crecimiento más fuerte en décadas, lo que ha perturbado las cadenas de suministro mundiales y golpeado los mercados financieros.

Las acciones chinas y el yuan subieron porque los inversores apostaban a que las señales de descontento civil podrían provocar una relajación de las medidas.

Los planes para aumentar la tasa de vacunación entre las personas mayores también contribuyeron a fortalecer la confianza de los agentes del mercado.

ESPELUZNANTE

En Hangzhou, la capital de la provincia oriental de Zhejiang, vídeos difundidos en las redes sociales, que Reuters no pudo verificar de forma independiente, mostraban a cientos de policías ocupando una gran plaza el lunes por la noche, impidiendo que la gente se congregara.

Un video mostraba a la policía, rodeada por una pequeña multitud de personas que sostenían teléfonos inteligentes, realizando una detención.

La policía de Hangzhou no hizo comentarios inmediatamente.

En Shanghái y Pekín, la policía patrullaba zonas donde algunos grupos del servicio de mensajería Telegram habían sugerido que la gente se reuniera de nuevo. La presencia policial en la noche del lunes garantizó que no hubiese concentraciones.

"Da mucho miedo", dijo el residente de Pekín Philip Qin, de 22 años, refiriéndose al gran número de policías en las calles.

Los residentes dijeron que la policía ha estado pidiendo a las personas que pasaban por esas zonas sus teléfonos para comprobar si tenían redes privadas virtuales (VPN) y la aplicación Telegram, que ha sido usada por los manifestantes, dijeron los residentes.

Las VPN son ilegales para la mayoría de la gente en China, mientras que la aplicación Telegram está bloqueada en la red china.

Algunos manifestantes habían usado aplicaciones de citas para eludir la censura y el escrutinio policial.

La chispa de las protestas fue un incendio ocurrido la semana pasada en la ciudad occidental de Urumqi que, según las autoridades, causó la muerte de 10 personas.

Algunos usuarios de Internet dijeron que las medidas de bloqueo por el COVID obstaculizaron los esfuerzos para rescatar a las personas en el edificio en llamas. Las autoridades lo han negado.

(Reporte de Eduardo Baptista, Martin Quin Pollard, Yew Lun Tian y Albee Zhang en Pekín y Casey Hall en Shanghái; Editado en español por Javier López de Lérida)