Como a muchos salvadoreños, esa transacción les cuesta unos cuantos dólares.

Pero a partir del martes tendrán una nueva opción, cuando El Salvador se convierta en el primer país del mundo en aceptar el bitcoin como moneda de curso legal.

Sus defensores, como el presidente Nayib Bukele, dicen que los salvadoreños que viven en el extranjero se ahorrarán millones de dólares en gastos de transferencia si utilizan el bitcoin para enviar su dinero a casa.

Pero Bukele aún tiene que convencer a personas como Ramírez el sastre.

Él y su familia ven el bitcoin como algo volátil y arriesgado.

"Mis hijas no se fían del bitcoin allí en EE.UU. Me han dicho que no lo van a usar aunque tengan que pagar 10 o 15 dólares más para enviar 100 dólares, no lo van a hacer porque tampoco se sienten cómodas".

Más de 2,5 millones de salvadoreños viven en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos.

Envían unos 6.000 millones de dólares al año.

Eso equivale a una cuarta parte del PIB del país, pero se gastan otros 400 millones de dólares en comisiones para enviar ese dinero a casa.

El presidente Nayib Bukele ha dicho que cualquier salvadoreño puede descargar una cartera digital del gobierno llamada "CHIVO", una palabra local que significa "bueno", para aceptar pagos en bitcoin o dólares.

Sostiene que la criptomoneda hará que los salvadoreños estén mejor, pero también subraya que su uso es opcional.

La funcionaria Guadalupe Torres ha tratado de disipar los temores de que el bitcoin sea sólo una opción.

"Según todas las entrevistas y declaraciones que ha dado el presidente dice que el bitcoin no es una moneda obligatoria. Su uso es opcional y esperamos que siga siendo así".

Un estudio del Banco Central de 2015 mostró que más de una quinta parte de los hogares salvadoreños dependen de las remesas para salir adelante, y el gobierno está redoblando la estrategia del bitcoin.