La junta gobernante de Malí suspendió las rotaciones de tropas de la misión de casi 12.000 efectivos el 14 de julio tras detener a 49 soldados de Costa de Marfil que, según dijo, habían llegado al país sin permiso. Costa de Marfil lo negó.

Dijo que se reanudarían tras las conversaciones con los representantes de la misión, conocida como MINUSMA, sobre cómo coordinar los despliegues de tropas.

Las detenciones de julio pusieron de manifiesto las fricciones entre la junta, que tomó el poder en un golpe de Estado en agosto de 2020, y los socios internacionales, que han criticado los retrasos en las elecciones y la cooperación en materia de seguridad con mercenarios rusos.

Costa de Marfil afirma que los soldados fueron desplegados en el marco de un contrato de apoyo firmado con la MINUSMA, creada en 2013 para proporcionar seguridad frente a los milicianos islamistas. Los soldados marfileños permanecen detenidos.

Un portavoz de la MINUSMA dijo que la misión y las autoridades malienses habían acordado un procedimiento de rotación simplificado y que se había aceptado la petición de la misión de reanudar las rotaciones el lunes.

No fue posible contactar inmediatamente con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Malí para que hiciera comentarios.

Las relaciones entre Malí y los países que aportan tropas siguen siendo tensas. El viernes, Alemania dijo que suspendía su misión de reconocimiento militar, que proporciona inteligencia a la MINUSMA, después de que las autoridades malienses retuvieran una autorización de vuelo.

El ministro de Asuntos Exteriores de Malí negó en Twitter que el gobierno hubiera hecho eso y pidió a Alemania que se adhiriera al nuevo mecanismo de aprobación de las rotaciones de tropas.