Según los datos de LSEG Lipper, los inversores retiraron durante la semana un fuerte volumen de 8.230 millones de dólares de los fondos de renta variable estadounidenses, que se sumaron a las ventas netas por valor de 5.010 millones de dólares de la semana anterior.
Las acciones estadounidenses subieron tras una lectura de la inflación subyacente por debajo de lo esperado y unos sólidos resultados financieros de firmas como JP Morgan y Goldman Sachs, pero persiste la preocupación de que los posibles aranceles del presidente electo Donald Trump a México, Canadá y el aumento de los aranceles a China puedan disparar la inflación e impedir el crecimiento a largo plazo.
Por segmentos, los inversores se deshicieron de fondos de gran capitalización, mediana capitalización, multicapitalización y pequeña capitalización por valor de 4.350 millones de dólares, 1.540 millones de dólares, 1.020 millones de dólares y 379 millones de dólares, respectivamente.
Los fondos sectoriales fueron testigos de salidas por valor de 428 millones de dólares, tras las compras netas de 35 millones de dólares de hace una semana. Aún así, el sector financiero estuvo en demanda con unos 752 millones de dólares en inversiones netas durante la semana.
Los fondos de bonos estadounidenses, por su parte, registraron entradas por segunda semana consecutiva de cinco, por valor de 6.180 millones de dólares netos.
Los fondos de renta fija general nacional imponible de EE.UU., los fondos gubernamentales y del Tesoro de corto a medio plazo y los fondos de participación en préstamos registraron entradas por valor de 2.330 millones de dólares, 2.150 millones de dólares y 1.420 millones de dólares, respectivamente.
Paralelamente, los inversores se deshicieron de fondos del mercado monetario por un valor neto de 60.070 millones de dólares, poniendo fin a una tendencia de tres semanas de compras netas.