Ucrania es un importante productor y exportador mundial de cereales, pero la producción y las exportaciones han caído desde que Rusia invadió el país el pasado febrero y comenzó a bloquear sus puertos marítimos.

Para ayudar a que el grano ucraniano y otros productos agrícolas lleguen a los mercados, la UE puso en marcha el año pasado los llamados carriles solidarios para facilitar los transportes.

Zsolt Feldman, secretario de Estado del Ministerio de Agricultura húngaro, declaró a última hora del lunes que Hungría, Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Rumanía y Bulgaria habían hecho una petición conjunta en el Consejo de Agricultura y Pesca de la UE reunido en Bruselas para que se tomaran medidas inmediatas.

"Si la UE actúa unida para ayudar a las exportaciones de grano por tierra, entonces la carga también debe repartirse equitativamente entre los estados miembros", decía la declaración húngara. Feldman dijo que la UE no había prometido ninguna medida para aliviar las perturbaciones del mercado.

El ministro polaco de Agricultura, Henryk Kowalczyk, declaró el lunes a la agencia estatal de noticias polaca PAP que "estamos dispuestos a seguir ayudando a Ucrania... Pero también queremos incluir a toda la UE en esta ayuda... para que los agricultores polacos o de otros países vecinos no sólo sufran los efectos, sino que éstos puedan mitigarse".

Dijo que los Estados centroeuropeos habían pedido a la UE que transportara el grano ucraniano más allá de los vecinos inmediatos de Ucrania y que prestara ayuda.

La Comisión Europea no respondió el martes a las preguntas de Reuters enviadas por correo electrónico.

En una cumbre UE-Ucrania que se celebrará el viernes está previsto debatir la apertura de los mercados de la UE a más productos ucranianos, incluidos los cereales, para ayudar a Ucrania a aumentar sus ingresos mientras lucha contra las fuerzas rusas.

El ministerio de Agricultura búlgaro afirmó en un comunicado publicado en su página web que la creación de almacenes temporales para el grano ucraniano, así como nuevos corredores de transporte, incluido el ferrocarril, podrían reducir la presión de las crecientes importaciones procedentes de Ucrania.