Es probable que el crecimiento del empleo en Estados Unidos se haya estancado aún más durante agosto al agotarse las ayudas financieras del Gobierno, escenario que, de materializarse, amenazaría la recuperación económica del país tras los efectos devastadores de la pandemia. El informe sobre el empleo del Departamento de Trabajo de EEUU, previsto para el viernes, llega en un momento en que numerosas compañías --desde empresas de transporte a industrias manufactureras-- anuncian despidos o suspensiones temporales de empleo (denominados ERTE en España).

Si los resultados son finalmente negativos, el informe podría instar a la Casa Blanca y al Congreso a retomar las negociaciones estancadas en torno a otro paquete de ayudas públicas. También se convertiría, casi con toda probabilidad, en munición política tanto para demócratas como para republicanos a sólo dos meses de las elecciones presidenciales. Los programas para ayudar a las empresas a pagar los salarios han finalizado o están a punto de hacerlo. En este sentido, un subsidio semanal por desempleo de 600 dólares expiró en julio.

Los economistas atribuyeron al Estado el fuerte repunte de la actividad económica después de estar prácticamente parada por el cierre de empresas decretado a mediados de marzo para controlar la propagación del coronavirus.

"La pandemia ha desgarrado nuestro tejido económico y social", dijo Sung Won Sohn, profesor de Finanzas y Economía de la Universidad Loyola Marymount de Los Ángeles. "Y el fin del estímulo fiscal no va a mejorar la situación".

Según una encuesta de Reuters entre economistas, las nóminas no agrícolas habrían aumentado en 1,4 millones de puestos de trabajo el mes pasado. El empleo aumentó en 1,7 millones en julio y su crecimiento alcanzó un máximo de 4,8 millones en junio.

El informe mensual del mercado laboral que se publica el viernes es uno de los dos que quedan por publicar antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. El presidente, Donald Trump, que va a la zaga del exvicepresidente Joe Biden en las encuestas, probablemente se apoye en el reciente incremento del empleo como señal de que la economía está mejorando después de que en el segundo trimestre sufriese su mayor deterioro en al menos 73 años. La tasa de empleo, en cualquier caso, sigue unos 11,5 millones por debajo de su nivel prepandémico. La mayor parte de la creación de nuevos empleos corresponde a trabajadores que se reincorporaron a sus puestos tras los ceses o despidos temporales durante el confinamiento.

United Airlines dijo el miércoles que se preparaba para cesar temporalmente a 16.370 trabajadores el 1 de octubre. American Airlines anunció que su plantilla se reducirá en 40.000 puestos, incluyendo 19.000 despidos. Ford Motor Co. indicó que su objetivo era eliminar 1.400 puestos de trabajo en Estados Unidos para finales de año y operadores ferroviarios de transporte de pasajeros también han sugerido que recortarán plantilla.

Un informe de esta semana de la Reserva Federal, basado en información recogida por el Banco Central de EEUU, mostró un incremento del empleo. La Fed, sin embargo, señaló que "algunos distritos informaron de una ralentización en el crecimiento del empleo y de un aumento de la volatilidad en la contratación, en particular en las industrias de servicios, ya que la demanda sigue siendo débil". "Los restaurantes y otras empresas del sector servicios no van a contratar a personal si no hay demanda", dijo Ryan Sweet, economista de Moody's Analytics en Westchester, Pensilvania. "Necesitamos estímulos como los de hace unas semanas", agregó.

(Información de Lucia Mutikani; editado por Chizu Nomiyama; traducción de Jorge Martínez)