3 mar (Reuters) - Los principales fabricantes de automóviles japoneses, entre ellos Toyota, se vieron obligados a interrumpir la producción en Rusia debido a las sanciones occidentales impuestas tras la invasión de Ucrania, que dificultaron la logística y cortaron las cadenas de suministro, lo que agravó el aislamiento económico del país.

Toyota Motor también dijo que sus exportaciones de vehículos a Rusia se habían detenido indefinidamente, siguiendo medidas similares de sus rivales locales Honda Motor y Mazda Motor. 

Muchas empresas occidentales han rechazado a Rusia tras su ataque, y algunas han dicho que dejarán de invertir allí, pero algunas empresas japonesas han adoptado una postura más ambigua.

"Toyota está observando los acontecimientos en curso en Ucrania con gran preocupación por la seguridad del pueblo ucraniano y espera un retorno seguro a la paz lo antes posible", dijo en un comunicado.

Toyota es la primera marca japonesa de Rusia, y produce unos 80.000 vehículos en su planta de San Petersburgo, que cuenta con 2.000 empleados.

Las empresas automovilísticas mundiales, como Mercedes-Benz, Ford y BMW, también han dejado de fabricar y exportar coches a Rusia, y las mayores navieras del mundo, MSC y Maersk, han suspendido el transporte de contenedores hacia y desde el país.

Moscú ha respondido al creciente éxodo de los inversores occidentales restringiendo temporalmente la venta de activos rusos por parte de extranjeros.

(Reporte de Satoshi Sugiyama en Tokio y Jamie Freed en Sydney; información adicional de Jamie Freed en Sydney, Mehr Bedi en Bengaluru, Megan Davies en Nueva York; redacción de Sayantani Ghosh; edición de Lincoln Feast y Simon Cameron-Moore, traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)