KIEV/LEÓPOLIS, Ucrania, 19 ago (Reuters) - El jefe de la ONU y los presidentes de Turquía y Ucrania discutieron las formas de poner fin a la guerra iniciada por Rusia y asegurar la mayor central nuclear de Europa, mientras Moscú y Kiev intercambiaban acusaciones de nuevos bombardeos cerca de la planta.

El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo a los periodistas tras las conversaciones mantenidas el jueves en Leópolis, Ucrania, que estaba muy preocupado por las circunstancias de la central nuclear de Zaporiyia y pidió que se retiraran los equipos y el personal militar.

El presidente turco, Tayyip Erdogan, dijo que él, Guterres y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, hablaron de aprovechar el reciente ambiente positivo para reavivar las negociaciones de paz con Rusia que tuvieron lugar en Estambul en marzo.

En un acuerdo negociado por las Naciones Unidas y Turquía, Rusia y Ucrania llegaron a un acuerdo en julio para que Rusia levantara el bloqueo de los envíos de grano ucraniano. Las exportaciones se reanudaron a principios de agosto.

Turquía, miembro de la OTAN, ha mantenido buenas relaciones con Rusia, un importante socio comercial, y ha intentado mediar en el conflicto, que comenzó hace seis meses cuando las fuerzas rusas invadieron la vecina Ucrania.

"Personalmente, mantengo mi creencia de que la guerra acabará finalmente en la mesa de negociaciones. El Sr. Zelenski y el Sr. Guterres tienen la misma opinión en este sentido", dijo Erdogan.

No hubo comentarios inmediatos por parte de Moscú.

Al mismo tiempo, el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está preparando unos 800 millones de dólares de ayuda militar adicional para Ucrania y podría anunciarla tan pronto como el viernes, dijeron tres fuentes familiarizadas con el asunto.

Mientras tanto, 17 personas murieron y 42 resultaron heridas en dos ataques rusos distintos contra la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania, informó el jueves el gobernador regional.

Cinco cohetes impactaron en la ciudad a primera hora del viernes matando al menos a una persona, dijo.

Al menos cuatro explosiones se produjeron el jueves cerca de un importante aeropuerto militar ruso en la península de Crimea controlada por Moscú, según tres fuentes. Las fuentes dijeron que las explosiones se produjeron cerca del aeropuerto militar ruso de Belbek, al norte del cuartel general de la flota del mar Negro en Sebastopol.

Ucrania ha insinuado que ha orquestado otras explosiones en los últimos 10 días en otras instalaciones rusas en Crimea, que Rusia se anexionó en 2014.

El gobernador de Sebastopol, Mijail Razvozhayev, escribió en Telegram que las fuerzas antiaéreas rusas derribaron un dron ucraniano y no se produjeron daños.

El estado mayor de las fuerzas armadas ucranianas dijo el viernes que los soldados rusos habían lanzado ataques e intentado avanzar en tres o más frentes y que las fuerzas ucranianas los habían repelido.

En el sur, 73 soldados rusos murieron y 13 equipos y depósitos de municiones fueron destruidos cuando las fuerzas ucranianas intentaron tomar el control de nuevos territorios, dijo el comando regional en Facebook.

"En el curso de la batalla subsiguiente, (nuestras) unidades dispararon contra el enemigo, que, como resultado, se vio obligado a regresar a su posición original con pérdidas de tanques, vehículos blindados y personal"

Reuters no pudo verificar inmediatamente los relatos del campo de batalla.

TEMOR A UNA CATÁSTROFE NUCLEAR

Rusia afirma que su objetivo en Ucrania es desmilitarizar el país y proteger a los rusoparlantes en un territorio que, según el presidente Vladimir Putin, pertenece históricamente a Rusia.

Ucrania y Occidente la califican de guerra de conquista no provocada. Ucrania se libró de la dominación rusa cuando la Unión Soviética se desintegró en 1991.

Guterres reiteró los llamamientos a la desmilitarización en torno a la central nuclear.

"La instalación no debe utilizarse como parte de ninguna operación militar. Por el contrario, se necesita urgentemente un acuerdo para restablecer la infraestructura puramente civil de Zaporiyia y garantizar la seguridad de la zona", dijo Guterres.

Rusia, que tomó la planta en el sur de Ucrania poco después de la invasión del 24 de febrero, dijo que podría cerrarla, lo que Ucrania advirtió que aumentaría el riesgo de una catástrofe nuclear.

Rusia había rechazado anteriormente como "inaceptables" los llamamientos internacionales a una zona desmilitarizada. Los ingenieros ucranianos siguen operando la central pese a la ocupación rusa.

La central se encuentra en la orilla sur de un enorme embalse controlado por Rusia en Energodar; las fuerzas ucranianas mantienen la orilla norte. Rusia y Ucrania se acusaron durante la noche de bombardear zonas civiles cercanas a la central, como han hecho durante días.

Ucrania también acusa a Rusia de utilizar la central como escudo para que sus fuerzas lancen ataques a través del embalse sobre ciudades controladas por Ucrania, lo que Rusia niega.

Reuters no puede confirmar de forma independiente la situación militar en la zona ni la responsabilidad de los bombardeos.

Zelenski dijo tras reunirse con Guterres que habían acordado los parámetros para una posible misión a la planta por parte del organismo de control nuclear de la ONU, la Agencia Internacional de la Energía Atómica.

"Rusia debe retirar inmediata e incondicionalmente sus fuerzas del territorio de la central nuclear de Zaporiyia, así como detener cualquier provocación y bombardeo", dijo Zelenski.

(Información de las redacciones de Reuters; escrito por Cynthia Osterman y Lincoln Feast; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)