Los residentes de la ciudad petrolera canadiense amenazada por un incendio forestal fuera de control pueden regresar a sus hogares, dijeron las autoridades el sábado, aun cuando advirtieron que la comunidad tendrá que lidiar con las llamas en un futuro previsible.

Miles de residentes de Fort McMurray, en el norte de Alberta, habían recibido la orden de abandonar sus hogares a principios de este mes. Pero el tiempo favorable hizo posible el regreso a casa.

"Con las condiciones meteorológicas actuales y previstas, concretamente la cantidad de lluvia que ha caído sobre el incendio, combinadas con los continuos esfuerzos de extinción y protección de la comunidad, me complace anunciar que ya es seguro para nosotros poner fin a la evacuación actual y permitir que la gente regrese a sus hogares", declaró Sandy Bowman, alcalde del municipio regional de Wood Buffalo que incluye Fort McMurray.

"Les agradecemos a todos su paciencia, resolución y fortaleza".

Fort McMurray es el centro de la mayor parte de la producción de petróleo de Canadá. Un comienzo temprano de la temporada de incendios forestales un año después de un 2023 históricamente ardiente dejó a algunos recordando el devastador incendio de 2016 apodado "La Bestia" que obligó a evacuar a 90.000 residentes, quemó 2.400 edificios y paralizó más de 1 millón de barriles diarios (bpd) de producción.

Pero aunque las condiciones son ahora favorables y la comunidad no está actualmente amenazada, las autoridades advirtieron que aún no estaban fuera de peligro.

El incendio "todavía no está bajo control", dijo la oficina de información sobre incendios forestales de Alberta, Josee St-Onge. El comportamiento del fuego aumentará probablemente cuando regresen el sol y el tiempo cálido, añadió.

"Aunque es seguro que los evacuados regresen, los residentes tendrán que convivir con un incendio forestal activo cerca de su comunidad durante semanas, si no meses. Controlar un incendio forestal de este tamaño llevará tiempo y mucho trabajo".