"El impacto en la vuelta al servicio de los reactores no puede medirse instantáneamente, pero los efectos retardados son ya mensurables", declaró la representante del sindicato francés de la electricidad FNME, Virginie Neumayer.

El bloqueo de la recarga sitúa al reactor en un "camino crítico" que retrasará su vuelta a la red, añadió Neumayer.

El "camino crítico" es un conjunto de operaciones imprescindibles para devolver el reactor a la red, y aunque se pueden realizar otras tareas de mantenimiento en paralelo no tendrán necesariamente un impacto en la fecha de retorno, dijo Neumayer.

Cuando los empleados están en huelga en un reactor apagado, pueden repercutir en la duración de las paradas retrasando algunas actividades, dijo un portavoz de EDF, y añadió que se comunicará cualquier retraso.

El reactor Gravelines 1, en el norte de Francia, también ha reducido su potencia debido a la huelga en 360 megavatios (MW), hasta los 550 MW, tras la convocatoria de huelga en la central realizada el miércoles, según datos del operador EDF.

La disponibilidad nuclear francesa se sitúa actualmente en el 53% de la capacidad total, con 25 reactores actualmente fuera de servicio.

Francia necesitará descargar a algunos usuarios para ahorrar energía en caso de un invierno normal o particularmente frío, dijo un representante del comité de empresa de EDF, añadiendo que las capacidades de energía disponibles no serían suficientes.

Las huelgas de los trabajadores de las centrales nucleares llevan varias semanas, aunque en ocasiones se han suspendido las acciones.

El gobierno francés ha pedido a TotalEnergies que aumente los salarios mientras se prolonga por decimosexto día el enfrentamiento entre la compañía petrolera y los trabajadores en huelga que ha afectado al suministro de gasolina del país.