La Reserva Federal está en horas bajas y la Copa del Mundo empieza a ponerse seria.

Y el calendario de esta semana es relativamente ligero, lo que deja a los operadores libres para centrarse en el fútbol, salvo por la encuesta de servicios del ISM estadounidense y los datos de las ventas minoristas europeas del lunes, y las reuniones de los bancos centrales de Canadá y Australia a finales de la semana.

La relajación gradual de las estrictas restricciones del COVID-19 de China mantuvo al dólar en retirada en Asia, mientras que el yuan saltó al lado fuerte de los 7 por dólar por primera vez en 2 meses y medio. El petróleo subió y el Hang Seng saltó un 3,5%.

El posicionamiento sugiere que las apuestas contra el dólar siguen siendo bastante ligeras, e incluso se aligeraron un poco la semana pasada.

La frustración y la confusión siguen presentes en China. Pekín ha eliminado los requisitos de las pruebas para el transporte público, pero la entrada a muchos edificios sigue exigiendo resultados negativos.

Las protestas persisten aquí y allá, aunque los mercados se mantienen optimistas sobre el impulso. Morgan Stanley, el lunes, fue la última gran casa de inversión en volverse alcista.

El lunes en Europa también marca el inicio de la limitación del precio de 60 dólares por barril del petróleo ruso por parte del G7. No está claro qué significa eso para el suministro y los precios del petróleo, porque Rusia dice que no acatará la medida, aunque eso signifique recortar la producción.

En el terreno de juego, los últimos contendientes de Asia, Japón y Corea del Sur, se enfrentan a Croacia y Brasil, respectivamente.

Acontecimientos clave que podrían influir en los mercados el lunes:

Los PMI globales definitivos de noviembre, las ventas minoristas de la eurozona, los pedidos de bienes duraderos de EE.UU., el PMI no manufacturero del ISM de EE.UU.