Los datos del índice de gestores de compras (PMI) serán el principal motor económico de los mercados asiáticos esta semana, pero el tono lo marcará la cada vez más tensa situación política en China.

Miles de personas están saliendo a la calle en varias ciudades del país en una protesta sin precedentes contra las estrictas restricciones del gobierno en materia de COVID tras el mortal incendio de un apartamento en Urumqi, en el extremo occidental del país.

La ola de desobediencia civil y los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía se producen en medio de una creciente frustración por la política de cero COVID del presidente Xi Jinping. China ha registrado nuevos casos de COVID durante cuatro días consecutivos.

"Abajo el Partido Comunista Chino, abajo Xi Jinping", gritaba una multitud en Shanghái en las primeras horas del domingo, según testigos y vídeos publicados en las redes sociales.

Se puede decir que esto no ocurre muy a menudo, y el mundo está observando atentamente para ver cómo Pekín maneja la crisis que se está gestando.

Desde la perspectiva inmediata del mercado, el aumento del COVID y los disturbios en todo el país acaban con cualquier esperanza de que China esté a punto de reabrir su economía. No parece que las restricciones se vayan a levantar pronto, y el crecimiento seguirá sufriendo.

En este sentido, se espera que las cifras del PMI del miércoles muestren que la actividad de las fábricas chinas y del sector servicios se contrajo de nuevo en noviembre, otra señal de que Pekín mantendrá su postura de política monetaria flexible.

De ser así, es probable que el yuan se vea sometido a una nueva presión, sobre todo después de que el banco central dijera el viernes que iba a recortar la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener como reservas, inyectando unos 70.000 millones de dólares de liquidez en la economía en dificultades.

Tres acontecimientos clave que podrían dar más dirección a los mercados el lunes:

- Ventas minoristas de Australia (octubre)

- Habla Williams de la Fed

- Habla Lagarde del BCE