Energía.  Los mercados petroleros avanzan entre las perspectivas de aumento de la producción de la OPEP+ y las esperanzas de que se calmen las tensiones entre China y Estados Unidos, lo que mantiene movimientos de precios contrastados, pero positivos. Las negociaciones comerciales en Londres entre Estados Unidos y China han reavivado el optimismo en torno al crecimiento económico y, por ende, a la demanda de petróleo. Así, el Brent subió un 4,15% la semana pasada. Por su parte, la OPEP+ mantiene su estrategia de aumento de la producción para julio, fijada en 411.000 barriles diarios. Por último, sigue habiendo incertidumbre sobre un posible acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán. Teherán anunció a principios de semana que pronto presentará a Estados Unidos su propuesta para un posible acuerdo sobre su programa nuclear.

Metales. En Londres, la tonelada de cobre también se beneficia del diálogo entre China y Estados Unidos. Por otra parte, las existencias se reducen en la Bolsa de Metales de Londres, una dinámica asociada a la anticipación de la aplicación de posibles aranceles tras la tregua comercial. Estos dos factores empujan el cobre a 9.756 USD (precio al contado). La tonelada de cobre se acerca así a su récord anual alcanzado a finales de marzo, en torno a los 10.000 USD. En cuanto a los metales preciosos, el precio del oro repuntó hasta superar los 3.360 USD la onza la semana pasada, respaldado por las preocupaciones comerciales y las tensiones geopolíticas, en particular la escalada de los conflictos en Ucrania y el fracaso de las conversaciones de paz en Turquía. Aunque el ritmo de compra de oro por parte de los bancos centrales se ralentizó en abril, la demanda global sigue siendo fuerte para el metal precioso, que ha subido alrededor de un 27% desde principios de año.

Productos agrícolas. Los precios del café y el cacao subieron la semana pasada. Y no poco, ya que experimentaron incrementos del 7% y el 5%, respectivamente. En Chicago, el precio del trigo se recupera (542 centavos USD el bushel) debido a las dificultades de suministro en el mar Negro. Por el contrario, el precio del maíz ha cedido terreno (436 centavos USD el bushel), lastrado por la ralentización de las exportaciones estadounidenses.