Nigeria pierde millones de barriles de crudo al año a causa de los robos y el vandalismo, incluida la extracción de crudo de un laberinto de oleoductos propiedad de las grandes petroleras, lo que pone de manifiesto que la escasa seguridad provoca enormes pérdidas económicas para el país.

Gbenga Komolafe, director de la Comisión Reguladora del Petróleo de Nigeria, dijo que de los 141 millones de barriles de petróleo producidos en el primer trimestre de 2022, sólo se recibieron en las terminales de exportación unos 132 millones de barriles.

"Esto indica que más de nueve millones de barriles de petróleo se perdieron por el robo de crudo... esto equivale a una pérdida en los ingresos del gobierno de alrededor de mil millones de dólares... en sólo un trimestre", dijo Komolafe en un comunicado.

"Esta tendencia supone una amenaza existencial para el sector del petróleo y el gas y, por extensión, para la economía nigeriana si no se frena".

El robo de crudo ha aumentado hasta una media diaria de 108.000 barriles en el primer trimestre de 2022, frente a los 103.000 barriles de 2021, dijo Komolafe.

El robo ha provocado la declaración de fuerza mayor en la terminal de gas y petróleo de Bonny, un oleoducto que transporta el crudo desde el Delta del Níger, rico en petróleo, hasta los buques de exportación, entre otros, creando un entorno hostil y desincentivando a los inversores.

El presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, se ha comprometido a garantizar el fin de los robos de petróleo y ha creado tribunales especializados para combatir el problema, pero éste aún persiste.

El ministro de Petróleo nigeriano, Timipre Sylva, dijo la semana pasada que esperaba ver cierta mejora en la seguridad del sector, lo que permitiría a Nigeria cumplir su cuota de producción de la OPEP a finales de agosto.