OSLO, 15 sep (Reuters) - Noruega dijo el jueves que los elevados precios del gas actuales no le interesan y que colaborará con la UE para estabilizar el mercado, aunque el mayor proveedor de gas por tubería de Europa ya está al límite de su capacidad para intentar cubrir el vacío dejado por Rusia.

La Unión Europea está lidiando con el impacto de la subida de los precios del gas, que ha disparado la inflación, ha llevado a algunas empresas de servicios públicos al borde del abismo y ha amenazado con la recesión, lo que ha provocado propuestas urgentes de su ejecutivo para proteger a los consumidores y las empresas.

"A Noruega no le interesa que se produzcan estas extraordinarias subidas de los precios del gas", dijo el primer ministro, Jonas Gahr Støre, a los periodistas tras reunirse con las empresas gasistas para estudiar la forma de rebajar el precio al que Noruega vende a Europa.

Desde que Rusia cortó los flujos a Europa, Noruega se ha convertido en el principal proveedor de gas canalizado de la región y Moscú achaca las reducciones a problemas técnicos causados por las sanciones occidentales por su invasión de Ucrania.

Se espera que Noruega produzca unos 122.000 millones de metros cúbicos de gas este año, según las previsiones oficiales de mayo, lo que supone un aumento del 8% respecto a 2021, ya que los productores aumentaron la producción de gas al máximo para satisfacer la creciente demanda.

Las conversaciones de Støre incluyeron contratos de suministro a largo plazo con empresas energéticas, que dijeron estar dispuestas a firmar dichos acuerdos, pero que necesitan saber quiénes serían las contrapartes.

"Al nivel de precios actual, es un riesgo demasiado grande para la mayoría de los actores privados", dijo a la prensa Øyvind Eriksen, presidente del segundo productor de gas de Noruega, Aker BP.

"Así que es en parte una cuestión de mecanismos de fijación de precios y en parte de cómo los Estados y las empresas pueden trabajar juntos para resolver esta situación tan grave", dijo Eriksen, añadiendo que las conversaciones continuarían y que habría una solución.

"Pero es demasiado pronto para decir de qué tipo", dijo.

Equinor, el principal productor de gas de Noruega, calificó de "útil" la reunión del jueves y dijo que era importante tener contacto con el Gobierno sobre la crisis energética de Europa.

Añadió que vende aproximadamente la mitad de su gas mediante contratos bilaterales y la otra mitad en el mercado al contado.

Los precios del gas se han multiplicado por diez desde principios del año pasado, lo que ha disparado los ingresos de Noruega por sus exportaciones, pero ha causado estragos en las empresas energéticas atrapadas en la vorágine.

Los ministros de energía de la UE intentarán aprobar nuevas medidas para reducir los precios del gas y la electricidad en una cumbre de emergencia el 30 de septiembre y han pedido la ayuda de Noruega, que no es miembro de la UE.

Noruega y la UE han acordado formar un grupo de trabajo, informaron ambas partes el miércoles, y la delegación noruega estará dirigida por el embajador del país ante la UE, dijo la oficina del primer ministro.

(Información de Nora Buli y Nerijus Adomaitis; escrito por Gwladys Fouche; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)