Energía. El mercado del petróleo sigue bajo presión. Esta semana los precios del crudo han vuelto a caer al aplazar la OPEP por enésima vez un aumento de la producción. El cártel ampliado no podrá elevar sus cuotas hasta abril de 2025. Esta decisión era esperada y refleja la continua cautela ante unas perspectivas de demanda que no logran tranquilizar. El Brent, barómetro del mercado, se estabiliza en torno a los 73 dólares el barril, mientras que el WTI cotiza cerca de los 69 dólares.

Metales. En el frente de los metales, parece vislumbrarse un rayo de esperanza en China. Los índices PMI manufactureros de noviembre revelan una reactivación de la actividad, lo que da un soplo de aire fresco al cobre. En Londres, la tonelada de cobre se cotiza en torno a los 9.216 dólares (al contado). ¿Se trata de un repunte real o solo de un parpadeo? Es difícil saberlo en vísperas de la toma de posesión de Donald Trump, que promete una nueva guerra comercial con Pekín. En cuanto al oro, no hay mucho que contar. El metal dorado cayó la semana pasada antes de reanudar su tendencia alcista. Es poco probable que los últimos datos de la inflación estadounidense socaven el proceso de relajación monetaria de la Fed.

Productos agrícolas. Los mercados agrícolas están animados, especialmente el café y el cacao, que están marcando nuevos máximos. La preocupación por la oferta, debida sobre todo a las desfavorables condiciones meteorológicas en África Occidental, cuna de estos cultivos, alimenta la tendencia alcista.