Energía: semana tras semana, los mercados del petróleo siguen sacudidos por la inquietud que suscitan los fundamentales (un mercado bien abastecido y una demanda vacilante) y las tensiones geopolíticas, sobre todo en Oriente Próximo (los operadores temen un contraataque israelí contra Irán). En este contexto incierto, la OPEP+ debe decidir si retira progresivamente sus recortes voluntarios de producción, previstos a partir de diciembre. Los bajos precios del petróleo podrían provocar un aplazamiento de esta decisión estratégica. En cuanto a los precios, el crudo ha aumentado ligeramente esta semana, con el Brent y el WTI cotizando a 74,40 USD y 70,50 USD respectivamente.

Metales: el segmento de los metales básicos sigue tomándose un respiro, con el cobre y el plomo continuando su fase de lateralización en Londres, a 9 507 USD y 2 074 USD (precios al contado) respectivamente. El zinc y el aluminio muestran algo más de fuerza, subiendo a 2 650 USD y 3 174 USD respectivamente. No hay mucho más que decir, ya que los operadores optan por una pausa a la espera del próximo catalizador, que será el PMI manufacturero chino, que se publicará la semana que viene, el 31 de octubre. El oro sigue registrando buenos resultados, pero su avance es a pequeños pasos, lo que parece perfectamente legítimo dado el aumento de los rendimientos de los bonos. El metal precioso cotiza en torno a los 2 720 USD, con una subida de alrededor del 32% desde el 1 de enero.

Productos agrícolas: el precio del maíz se ha recuperado en Chicago, impulsado por el aumento de las exportaciones estadounidenses. El bushel de maíz cotiza en torno a 418 céntimos (contrato de diciembre de 2024). El trigo, por su parte, ha perdido terreno hasta los 573 céntimos. Por otro lado, los precios del cacao han caído cerca de un 8%, como consecuencia de la mejora de la oferta tras la revisión al alza de las previsiones de cosecha de Costa de Marfil.