TOKIO, 21 oct (Reuters) - La princesa Mako de Japón contraerá matrimonio el martes con un plebeyo en un discreto ritual después de un compromiso de tres años plagado de escándalos y especulaciones mediáticas, que ha dejado a la sobrina del emperador, de 29 años, con un trastorno de estrés postraumático.

Mako se convertirá en una ciudadana ordinaria tras casarse con Kei Komuro, un japonés de 30 años licenciado en Derecho que vive en Nueva York, de acuerdo con las leyes que obligan a los miembros femeninos de la familia imperial a abandonar el estatus real.

Su matrimonio consistirá principalmente en la presentación de documentos y una posterior conferencia de prensa. Aunque casarse fuera de la realeza no es raro en Japón, sí lo es la falta de pompa de una boda real. Mako incluso rechazó el pago habitual de 1,3 millones de dólares que se da a las mujeres que abandonan la familia.

Un compromiso que en un primer momento fue aplaudido por el pueblo japonés, pronto se convirtió en un problema cuando los tabloides informaron de un escándalo financiero que involucraba a la madre de Komuro, lo que provocó que la prensa se volviera contra él.

A falta de explicaciones claras por parte de la Agencia de la Casa Imperial, que dirige la vida de la familia, la historia se extendió a toda la prensa, habitualmente escrupulosa en la información sobre la realeza.

"Los miembros de la realeza (...) han sido bastante claros cuando han tenido que explicar cosas, pero en última instancia esto no se aclaró nunca", dijo Hideya Kawanishi, profesor asociado de la Universidad de Nagoya.

La saga comenzó con bastante discreción en 2017, cuando los novios anunciaron su compromiso. "Seré feliz si puedo formar una familia cálida llena de sonrisas", dijo Mako en una rueda de prensa, mientras las miradas de amor que intercambiaron cautivaron al país.

Pero apenas unos meses después, los tabloides informaron de una disputa financiera entre la madre de Komuro y su antiguo prometido, en la que el hombre afirmaba que madre e hijo no habían pagado una deuda de unos 35.000 dólares.

Komuro ha dicho que el dinero se le entregó como un regalo, no como un préstamo. En 2021, emitió una explicación de 24 páginas y también dijo que pagaría un acuerdo.

(Reporte adicional de Irene Wang; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)