MADRID, 10 jun (Reuters) - Argelia ha suspendido esta semana un tratado de amistad de 20 años con España y ha limitado los intercambios comerciales con su vecino del norte, lo que ha suscitado más interrogantes sobre el posible impacto en el negocio del gas establecido desde hace tiempo entre ambos países.

La disputa por la postura de Madrid sobre el territorio en disputa de Sáhara Occidental se produce en un momento en el que el suministro de gas del norte de África a Europa ha cobrado cada vez más importancia este año a la luz de la invasión rusa de Ucrania.

Si bien el gas sigue fluyendo con normalidad, cualquier interrupción agitaría aún más los tensos mercados energéticos, donde los precios al por mayor se han disparado. Argelia ya advirtió a España en abril que podría interrumpir el suministro si Madrid vendía gas argelino a otros países.

A continuación se detallan las relaciones energéticas entre ambos países.

¿QUÉ HA HECHO ARGELIA?

La Asociación Nacional de Bancos de Argelia ordenó el cese de los pagos hacia y desde España, lo que, según fuentes argelinas, afecta a todos los intercambios comerciales, salvo el suministro de gas.

El presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, ha dicho anteriormente que no romperá los contratos de suministro de gas por esta disputa.

¿QUÉ IMPORTANCIA TIENE EL GAS DE ARGELIA PARA ESPAÑA?

España importa "prácticamente todo" el gas que necesita, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Argelia suministró una cuarta parte de las importaciones de gas de España en el periodo de enero a abril, aunque esta cifra es inferior a la de casi la mitad del año anterior después que Argel dejara de utilizar un gasoducto que atraviesa Marruecos el pasado mes de octubre.

El gas fluye a través del gasoducto submarino Medgaz, del que la empresa estatal argelina Sonatrach posee el 51% y el grupo gasista español Naturgy el 49%. También llega por barco en forma de gas natural licuado (GNL).

Estados Unidos fue el mayor proveedor de gas de España en los cuatro primeros meses del año, por delante de Argelia y Nigeria.

Las centrales de ciclo combinado y cogeneración de gas produjeron alrededor del 27% de la electricidad generada en España entre enero y abril, según datos del operador de la red Redeia.

¿QUÉ EMPRESAS ESPAÑOLAS TIENEN RELACIONES CON SONATRACH?

Naturgy tiene contratos de suministro a largo plazo con Sonatrach. Cuando se renovaron en 2018, cubrían el 30% del consumo de España. Ambos acordaron modificar los contratos en 2020 después que la pandemia del COVID-19 destruyera la demanda a nivel mundial, pero no revelaron los nuevos términos.

El también productor español Repsol tiene participaciones en cuatro proyectos de petróleo y gas en Argelia. Explota los yacimientos de gas de Reggane Nord, que tienen una capacidad total de 8 millones de metros cúbicos diarios, junto con Sonatrach y Wintershall DEA.

Cepsa, refinería española controlada por el fondo soberano de Abu Dabi, tiene desarrollos en tres yacimientos argelinos de petróleo y uno de gas.

¿QUÉ DICE EL GOBIERNO ESPAÑOL?

La ministra española de Energía, Teresa Ribera, fue consultada en la radio Onda Cero si confiaba en que Sonatrach seguiría cumpliendo sus contratos.

Respondió: "Las relaciones comerciales que existen entre Sonatrach, que vende gas, y las empresas españolas que compran gas son relaciones contractuales, comerciales, y confío en que se mantengan así".

"Si no fuera así, sería un problema diferente, más complejo, que se resolvería no por la vía diplomática, sino probablemente por el arbitraje o los tribunales. Por ahora, tengo la máxima confianza", añadió.

Ribera se refirió a "un complicado proceso de revisión de precios entre el distribuidor argelino y los compradores españoles" y añadió que "nada nos hace pensar que esto pueda colapsar unilateralmente por una decisión del Gobierno argelino".

Sonatrach no respondió a las peticiones de Reuters para hacer comentarios.

¿QUÉ DICEN LAS EMPRESAS?

Naturgy dice que está "trabajando normalmente con su socio histórico argelino, Sonatrach".

El director ejecutivo, Francisco Reynés, dijo la semana pasada al diario La Vanguardia que había contratado el suministro de gas con Sonatrach hasta 2032, con disposiciones para revisar los precios cada tres años.

Las conversaciones sobre la última revisión están en marcha desde noviembre y Reynés dijo que el máximo responsable de Sonatrach ya había dicho que los precios subirían.

"Esto no tiene nada que ver con la invasión de Ucrania, ni con Marruecos", dijo al periódico. "Ponerse de acuerdo en un escenario de precios como el actual no es fácil, porque las referencias van cambiando día a día".

"Nadie duda de que el gas hoy es más caro que hace tres años".

Repsol y Cepsa declinaron hacer comentarios sobre las restricciones comerciales.

(Información de Isla Binnie; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)