LONDRES (Reuters) - La inflación en el Reino Unido superó inesperadamente el objetivo del Banco de Inglaterra (BoE) del 2,0 por ciento al subir al 2,1 por ciento en mayo, un aumento de los precios impulsado principalmente por la recuperación del impacto de las restricciones sanitarias y que se espera que gane más impulso.

La aceleración del índice de precios al consumo (IPC) respecto al 1,5% registrado en abril refleja, en particular, la debilidad de la inflación en mayo de 2020 tras el impacto del primer cierre nacional.

Es la primera vez que la inflación se sitúa por encima del objetivo del BoE en casi dos años. Los economistas encuestados por Reuters esperaban una inflación media del 1,8% en mayo.

La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y otros elementos volátiles, aumentó un 2,0% en los 12 meses anteriores a mayo.

En los mercados, el rendimiento de la deuda pública británica a dos años -muy sensible a la especulación en torno a la política monetaria del Banco de Inglaterra- tocó brevemente un máximo de casi un mes.

"La inflación fue mucho más fuerte de lo esperado y confirma que, a medida que la economía del Reino Unido continúa reabriéndose, las presiones inflacionistas siguen aumentando", dijo Ambrose Crofton, estratega de J.P. Morgan Asset Management.

El aumento de la inflación en el Reino Unido entre noviembre (0,3%) y mayo (2,1%) representa la subida de precios más rápida en seis meses desde la crisis financiera de 2008-09, señaló Jack Leslie, economista del centro de estudios Resolution Foundation.

EL BOE EN LA LÍNEA DE FUEGO

En concreto, los datos del IPC muestran que los precios de los carburantes se dispararon casi un 18% interanual. Los precios del vestido y el calzado subieron un 2,1%. Los datos se recogieron antes de que los bares, cafés, hoteles y cines volvieran a abrir sus puertas a mediados de mayo.

Los inversores de todo el mundo sopesan los riesgos de un aumento sostenido de la inflación, especialmente en Estados Unidos, donde la inflación anual alcanzó el 5,0% en mayo, el mayor aumento en casi 13 años.

"Todas las miradas están puestas ahora en la reunión del Banco de Inglaterra del próximo jueves para ver cómo y cuándo planea avanzar hacia una política normalizada", señaló Ambrose Crofton.

El Banco de Inglaterra espera que la inflación alcance el 2,5% a finales de año, antes de volver al objetivo del 2%, a medida que el impacto de la subida de los precios de la energía y las presiones inflacionistas de la cadena de suministro vayan desapareciendo.

Se espera que el banco central mantenga la política monetaria sin cambios en su próxima reunión del 24 de junio.

(William Schomberg y David Milliken, editado por Blandine Hénault)