TOKIO, 1 jul (Reuters) - El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó el jueves un decreto para hacerse cargo del proyecto de gas y petróleo Sajalín-2, en el extremo oriente del país, una medida que podría obligar a Shell y a las japonesas Mitsui y Mitsubishi a abandonar sus inversiones, en un momento en que se agudiza el pulso económico por Ucrania.

El decreto establece que la nueva empresa se hará cargo de todos los derechos y obligaciones de Sakhalin Energy Investment Co, en la que las dos empresas comerciales japonesas y Shell Plc tienen una participación de casi el 50%.

El decreto de cinco páginas, que presentado en medio de las sanciones occidentales a Moscú por la invasión de Ucrania, indica que corresponde al Kremlin decidir si los accionistas extranjeros deben permanecer en el consorcio.

Shell dejó clara su intención de abandonar el proyecto hace meses y ha mantenido conversaciones con posibles compradores. Pero Japón ya ha dicho que no renunciará a sus intereses en el proyecto Sajalín-2, importante para su seguridad energética, aunque se le pida que se vaya.

Las acciones de Mitsui & Co y Mitsubishi Corp cayeron un 6% en las operaciones del viernes por la preocupación de las pérdidas por deterioro. Su rendimiento fue inferior al del índice Nikkei, que cayó un 1,9%.

Un portavoz de Mitsubishi dijo que la compañía estaba discutiendo con sus socios en Sakhalin Energy y el Gobierno japonés sobre cómo responder al decreto de Putin. Mitsui no ofreció ningún comentario inmediato.

Mitsui tiene una participación del 12,5% en el proyecto y Mitsubishi del 10%, mientras que Shell posee el 27,5%, menos una acción. El gigante del gas ruso Gazprom tiene el 50%, más una acción.

LOS INTERESES DE JAPÓN EN JUEGO

Sajalín-2 suministra aproximadamente el 4% del mercado mundial actual de gas natural licuado (GNL). Japón, Corea del Sur y China son los principales clientes de las exportaciones de petróleo y GNL, según Shell.

Preguntado por el decreto de Putin, el subsecretario japonés del gabinete, Seiji Kihara, dijo que el Gobierno estaba examinando su contenido y analizando las intenciones de Moscú.

"En general, los intereses de nuestro país en materia de recursos no deberían verse perjudicados", dijo en una conferencia de prensa periódica, y declinó decir si Japón estaba en contacto con Moscú sobre el asunto.

El ministro de Industria, Koichi Hagiuda, dijo el viernes a la prensa que Japón no considera el decreto de Rusia sobre el proyecto de gas y petróleo Sajalín-2 como un requerimiento.

El Gobierno japonés cree que el decreto está preguntando a los actuales interesados si están de acuerdo en ceder todos los derechos del proyecto a una nueva empresa, según el ministro.

Según el decreto, Gazprom mantendrá su participación, pero los demás accionistas deberán pedir al Gobierno ruso una participación en la nueva empresa en el plazo de un mes. El Gobierno decidirá entonces si les permite mantener una participación.

El consejero delegado de Shell, Ben van Beurden, declaró el miércoles a la prensa que la empresa estaba "avanzando a buen ritmo" en su plan de salida de la empresa conjunta Sakhalin Energy.

"No puedo decirles exactamente dónde estamos porque es un proceso comercial, así que tengo que respetar la confidencialidad, (...) pero puedo decirles que cuando recibí una actualización la semana pasada, estaba realmente satisfecho con dónde estamos".

En mayo, fuentes habían declarado a Reuters que Shell estaba en conversaciones con un consorcio de empresas energéticas indias para vender su participación en Sajalín-2.

Saul Kavonic, jefe de Investigación Integrada de Energía y Recursos de Credit Suisse, dijo que la producción rusa de GNL de proyectos como Sajalín-2 probablemente se resentirá con el tiempo a medida que la experiencia y las partes extranjeras dejen de estar disponibles.

"Esto hará que el mercado del GNL se restrinja sustancialmente en esta década", afirmó.

Por el lado de la demanda, cualquier aumento de la participación del Gobierno ruso sólo dificultará la adquisición de estos proyectos para muchos compradores, dijo. Japón está buscando urgentemente opciones de suministro alternativas, añadió.

(Información de Yuka Obayashi en Tokio; información adicional de Muyu Xu en Singapur, Emily Chow en Kuala Lumpur y Ju-min Park; escrito por Chang-Ran Kim; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)