BENGALURU, 19 ene (Reuters) - La inflación de la zona euro se mantendrá a niveles más altos de lo esperado hace un mes a lo largo de 2022, según varios economistas encuestados por Reuters, lo que podría presionar al Banco Central Europeo para que endurezca su política monetaria una vez superada la ola de ómicron.

A corto plazo, el coronavirus sigue siendo un variable de peso, ya que en el sondeo realizado entre el 11 y el 18 de enero hay un amplio abanico de previsiones sobre el crecimiento económico, mientras que la mediana de las previsiones para el trimestre en curso se ha reducido al 0,5% desde el 0,7%.

Más de dos tercios de los economistas encuestados afirman que la variante ómicron tendrá un impacto económico más leve que la delta, principalmente porque en la actualidad existen menos restricciones en vigor.

Las previsiones de inflación para este año han subido por séptima vez consecutiva: 0,6 puntos porcentuales para el primer y el segundo trimestre, hasta el 4,1% y el 3,7% respectivamente, muy por encima del objetivo del BCE del 2,0%

"A corto plazo, vemos algunos inconvenientes en el crecimiento derivados de las medidas de contención del virus", dijo Bas van Geffen, analista de datos macroeconómicos de Rabobank, refiriéndose al trimestre actual.

"A más largo plazo, esperamos principalmente un crecimiento más lento, ya que la inflación impulsada por la oferta erosiona el poder adquisitivo real de los hogares, lo que pesa sobre el consumo y el PIB de la zona euro. La variante ómicron u otras tensiones podrían agravar aún más este impacto negativo de la inflación impulsada por los costes", dijo.

Al igual que en gran parte del resto del mundo, la inflación se está disparando en la zona euro, pero lo más probable es que haya alcanzado un máximo en el último trimestre.

La subida anual de los precios al consumo en la región alcanzó un récord del 5% el mes pasado. Pero el BCE se ha resistido a las peticiones de endurecimiento de su política monetaria, manteniendo la opinión de que las presiones sobre los precios disminuirán este año.

Hasta ahora, los resultados de las encuestas respaldan esta opinión, con una inflación que se situará en el 1,9% --justo por debajo de su objetivo-- en el cuarto trimestre, y con una media inferior al 2% a partir de entonces.

Por ello, casi todos los economistas esperan que los tipos de interés se mantengan estables hasta bien entrado el próximo año.

"La política monetaria no puede hacer mucho contra las perturbaciones inflacionistas por el lado de la oferta, como las perturbaciones de la cadena de suministro, la escasez de energía y los precios mundiales de los alimentos: después de todo, la política del BCE no puede crear semiconductores, gas natural o alimentos", dijo van Geffen, de Rabobank.

De los 39 economistas que tenían una previsión sobre tipos para 2023, los que ven una subida de tipos estaban divididos por igual en cuanto a si se producirá en la primera o en la segunda mitad del año.

Un análisis similar mostró que ahora hay un número ligeramente mayor de analistas que esperan una subida de tipos para el primer semestre del año que viene, en comparación con la encuesta de diciembre. Sólo uno espera que los tipos suban este año.

Esto contrasta fuertemente con la Reserva Federal de Estados Unidos. Ante la mayor inflación de los últimos 40 años, se prevé que suba el tipo de interés de los fondos federales desde casi cero ya en marzo.

Algunos economistas afirman que el BCE también debería actuar pronto.

"Los tipos de interés cero y negativos, respectivamente, son puras medidas de emergencia. Con la inflación por encima del objetivo y los riesgos de inflación al alza, así como un mercado laboral ajustado y una brecha de producción cerrada, no hay razón para mantener los tipos tan bajos", dijo Jörg Angelé, economista senior de Bantleon Bank.

"Sería mejor que el BCE empezara pronto a revertir su política monetaria ultralaxa en pequeños pasos. Si espera demasiado, corre el riesgo de verse obligado a echar el freno y acabar dando en una recesión".

A la pregunta de cuándo terminará el BCE su programa de compra de activos, cerca del 85% de los encuestados, 28 de 33, dijeron que a finales del primer semestre de 2023. La Reserva Federal ya está insinuando que pronto empezará a deshacerse de sus tenencias de bonos.

Se espera que la economía de la zona euro crezca un 4,0% este año y un 2,4% el próximo, frente al 4,2% y el 2,3% previstos hace un mes.

Las perspectivas de crecimiento de Alemania, la mayor economía de la eurozona, se redujo al 4,0% desde el 4,4% de la última encuesta trimestral de octubre, según la mediana de las previsiones. El crecimiento esperado en Francia se redujo ligeramente al 3,7% desde el 3,9%, mientras que la previsión de Italia se mantuvo en el 4,2%.

En las tres mayores economías del bloque se produjo un importante aumento de las previsiones de inflación anual para este año.

La previsión de la tasa de paro de la zona euro para este año bajó ligeramente hasta el 7,2% desde el 7,3% de la última encuesta, mientras que la predicción para el próximo año se mantuvo estable en el 7,0%

(Reporte de Swathi Nair; sondeo de Arsh Mogre y Sujith Pai en Bengaluru; edición de David Gregorio; traducción de Darío Fernández)