Esta mañana hemos sabido que la fiscal general del Estado de Nueva York ha anunciado que, tras una investigación de tres años sobre el grupo familiar de la Organización Trump, va a procesar al expresidente de EEUU y a sus hijos por fraude fiscal y declaraciones falsas. Alega valoraciones de activos engañosas o "groseramente infladas" y exige 250 millones de dólares en reparaciones y que Donald, su hija Ivanka y sus hijos Donald Junior y Eric, no puedan seguir dirigiendo sociedades mercantiles ni pedir préstamos a bancos autorizados durante cinco años. 

Hay que recordar que la misma organización ya se enfrenta a otra acusación de fraude fiscal, y el antiguo director financiero del grupo ya se ha declarado culpable. 

A principios de esta semana, se frustró otra maniobra de Trump. Aunque se opuso al examen de los archivos clasificados incautados en su casa de Mar-a-Lago, en Florida, el tribunal de apelación encargado del caso permitió que el FBI continuara su examen. 

La semana pasada informamos de las dificultades de Truth Social, la red social lanzada por el ex presidente. Además de los problemas técnicos y de una base de abonados muy reducida, también hubo problemas con la financiación de la plataforma. Digital World Acquisition Corp, la SPAC que iba a fusionarse con la red social, no logró obtener el apoyo suficiente de los accionistas para ampliar el acuerdo y concluir la transacción.

La situación no es mejor con sus partidarios políticos. Mientras algunos republicanos daban la espalda a su antiguo líder, otros caían en el regazo de la ley. Mike Lindell, un aliado de Trump, está bajo investigación federal por robo de identidad y por conspirar para dañar una computadora segura relacionada con una supuesta violación de la seguridad del equipo de votación en Colorado. 

Por último, en Georgia, está sobre la mesa un caso que involucra a votantes falsos y la presión del político sobre un alto funcionario para "encontrar" suficientes votos para anular su derrota de Biden en ese estado. 

Un duro regreso a casa, te digo. Como es lógico, Trump niega todas estas acusaciones y formula contraataques, en la salsa habitual, compuesta por los ingredientes que le han hecho triunfar en el pasado: "caza de brujas", "fake news", implacabilidad y otras llamadas al victimismo. 

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Dibujo de Amandine Victor para MarketScreener