Los bloqueos se establecieron alrededor de la mina de oro del municipio de Buritica el 12 de agosto para exigir una misión de rescate para encontrar a los mineros informales supuestamente atrapados en un túnel. No estaba claro cuántos mineros se presume que están atrapados o muertos ni qué incidente pudo ocurrir en el túnel.
La producción se detuvo debido a los bloqueos, dijo la empresa a principios de esta semana, aunque un portavoz de Zijin no respondió cuando se le preguntó el jueves si la producción seguía detenida.
Miles de mineros salvajes trabajan en condiciones a veces mortales en docenas de túneles informales en Buriticá, incluidos muchos dentro de la concesión de Zijin o adyacentes a ella.
Las actividades, controladas por la banda criminal Clan del Golfo, son un problema de seguridad para la comunidad circundante y afectan a la producción de Zijin, según demostró una investigación de Reuters el año pasado.
Un esfuerzo inicial de rescate el martes para verificar si había algún minero atrapado fue parcialmente obstaculizado por personas no identificadas en el túnel que dijeron que entregarían los cuerpos al día siguiente, según el gobierno provincial.
No se entregó ningún cuerpo el miércoles ni el jueves.
"Lamentablemente no ha habido entrega de cuerpos presumiblemente en el interior de la mina", dijo el jueves el jefe del departamento de seguridad de Antioquia, Luis Fernando Suárez, en un video publicado en las redes sociales.
El gobierno provincial insiste en que se levanten los bloqueos, dijo, y añadió, sin más detalles, que personas no identificadas habían obligado a los comerciantes de Buriticá a cerrar sus negocios.
Antioquia ha pedido al ministro de Defensa que intervenga, pero el gobierno nacional no se ha pronunciado públicamente sobre la petición.
Un residente de Buriticá dijo a Reuters que las carreteras estaban abiertas intermitentemente el jueves.
El alcalde local, Luis Hernando Graciano, ha dicho a los medios locales que hay dos personas desaparecidas en la mina y que hay "muchos intereses" relacionados con la minería ilegal en la zona.
Zijin pagó 1.000 millones de dólares a finales de 2019 para comprar la mina a la canadiense Continental Gold, a pesar de las preocupaciones de seguridad relacionadas con los ataques al personal.
