El mayor prestamista del continente por activos ya había señalado un aumento de hasta el 55% en los beneficios del primer semestre, y confirmó que habían crecido en un 52%, gracias sobre todo a la disminución de los elevados cargos por deudas incobrables que experimentaron todos los prestamistas sudafricanos en el momento álgido de la pandemia.

Aunque es probable que en los países africanos se produzcan nuevas oleadas de contagios de COVID-19, Standard Bank afirmó que la distribución de vacunas también iba a aumentar, especialmente en su mercado nacional, y que era poco probable que volvieran las medidas de bloqueo más restrictivas.

"Ahora tenemos la esperanza de que la peor fase de la pandemia haya quedado atrás", afirmó en su declaración de resultados, en la que también informó de un repunte en su unidad sudafricana y de una recuperación de la demanda y la actividad de los clientes.

Los gastos de morosidad se redujeron en un 49% y se espera que se normalicen en la segunda mitad del año, mientras que Liberty, una aseguradora de la que anunció que se haría cargo en su totalidad a principios de este año, aportó 163 millones de rands (10,8 millones de dólares) de beneficios, frente a las pérdidas del año anterior.

En general, el beneficio global por acción (HEPS) de Standard Bank -la principal medida de beneficios en Sudáfrica- se situó en 721,4 céntimos (0,4793 dólares) en los seis meses hasta el 30 de junio, frente a los 473,8 céntimos de un año antes.

El banco declaró un dividendo de 360 céntimos. Dijo que su dividendo final sería probablemente de una tasa de pago similar al 50%.

El banco declaró que es probable que el BPA de todo el año aumente en más de un 20% con respecto a 2020, y que el crecimiento de los ingresos superará al de los costes.

El rendimiento de los fondos propios -una medida clave de la rentabilidad del banco- también se situaría muy por encima del nivel de 2020, aunque probablemente por debajo de su coste de los fondos propios, dijo.

(1 dólar = 15,0498 rands)