HOUSTON/CARACAS, 27 sep (Reuters) - Un cargamento de 2,1 millones de barriles de condensado provisto por la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC) a PDVSA, el primero de un acuerdo de intercambio entre las empresas estatales, comenzó a descargar esta semana, según dos fuentes y datos de seguimiento de tanqueros.

PDVSA y NIOC pactaron un contrato a mediano plazo para intercambiar crudo pesado venezolano por condensado iraní en un acuerdo destinado a impulsar las debilitadas exportaciones de petróleo de la nación sudamericana en medio de sanciones impuestas por Estados Unidos.

Se espera que el acuerdo regularice el flujo de diluyentes para producir variedades de crudo de exportación desde la principal región petrolera de Venezuela, la Faja del Orinoco.

El embarque de condensado llegó a aguas venezolanas a fines de la semana pasada en el supertanquero de bandera iraní Dino I, propiedad y operado por una unidad de NIOC, según las fuentes y el servicio de monitoreo de buques TankerTrackers.com.

La embarcación se encontraba el lunes en maniobra de descarga en el principal terminal petrolero de PDVSA, Jose, dijo TankerTrackers.com, pese a que su transmisor lo mostraba en la costa de Irán, una táctica que a menudo usan los productores de crudo sancionados para ocultar la ubicación real de sus flotas.

Se espera que un segundo cargamento de condensado de unos 2,1 millones de barriles como parte del acuerdo de intercambio llegue a aguas venezolanas en las próximas semanas, dijeron las fuentes. El tanquero iraní Dorena, cuyo transmisor también lo muestra en Irán, está en ruta a Venezuela, agregó TankerTrackers.com.

PDVSA, el ministerio de Petróleo de Venezuela y NIOC no respondieron a preguntas de Reuters sobre los detalles del canje. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo a Reuters la semana pasada que estaba "preocupado por los informes de transacciones iraníes con Venezuela, que involucran petróleo y productos derivados del petróleo".

El acuerdo de intercambio comenzó oficialmente la semana pasada cuando un cargamento de 1,9 millones de barriles de crudo pesado zarpó de aguas venezolanas a bordo del tanquero iraní Felicity, según fuentes con conocimiento del acuerdo.

Venezuela e Irán, ambas bajo sanciones de Washington y cuyas petroleras estatales están en la lista negra del Departamento del Tesoro, también pueden ser sujeto de sanciones secundarias que limitan los negocios con compañías no estadounidenses. Pero ambos países han fortalecido su cooperación.

Un carguero de bandera iraní que en 2020 entregó alimentos a Venezuela y regresó a Irán con alúmina, el Golsan, descargó a fines de agosto en el puerto venezolano de La Guaira y ahora se dirige a Irán con una carga no revelada, de acuerdo con datos de Refinitiv Eikon.

Irán ha proporcionado alimentos, medicamentos y gasolina a Venezuela y equipos para reparar las deterioradas refinerías de PDVSA, mientras que Venezuela ha pagado a empresas iraníes con combustible de aviación, crudo y materias primas que produce.

(Reporte de Marianna Párraga en Houston y Deisy Buitrago en Caracas. Editado por Javier Leira)