Si observamos los rendimientos de los bonos del Estado a 10 años en varios países de la eurozona, varias cuestiones llaman la atención: a pesar de las actuales dificultades económicas de Alemania, sus tipos de interés (en azul) siguen siendo la referencia y cotizan muy por debajo de sus homólogos. La otra lección es la posición de Francia, cuyo coste de la deuda es idéntico al de Grecia (en morado), mientras que es superior al de otros países etiquetados como "meridionales" (España o Portugal). Parece que el calentamiento global ya ha provocado el deslizamiento de Francia hacia latitudes más bajas.

Fuente: Bloomberg

Bromas aparte, la situación actual es preocupante para Francia, ya que se trata del país con la presión fiscal más alta de Europa y el Gobierno actual pretende aumentar un poco más la factura fiscal con subidas de impuestos.

Así pues, no debería sorprendernos que el diferencial entre el rendimiento de la deuda francesa y el de la deuda alemana se haya ampliado, tras haber salido de la parte superior del patrón de oscilación en forma de triángulo en el que había estado fluctuando desde que el presidente Macron anunció elecciones parlamentarias anticipadas el pasado mes de junio. Pobres franceses, el potencial alcista es de 100 o incluso 110/112 puntos básicos, lo que supone un coste adicional para refinanciar una deuda que sigue creciendo.

Fuente: Bloomberg